Tirar una moneda: el azar en mis manos digitales

¡Madre mía! Necesito tomar una decisión pero no tengo ni una triste moneda en el bolsillo. Qué rabia me da cuando me pasa esto. Siempre he confiado en el destino de una moneda girando en el aire para resolver mis dilemas más complicados. ¿Y ahora qué hago?

Pues resulta que el mundo digital me salva el pellejo. Vaya tontería esto de lanzar monedas virtuales, pensaba yo antes. Pero ahora que lo necesito, ¡bendita tecnología!

¿Por qué diablos tiramos monedas?

Cuando estoy bloqueado entre dos opciones, nada mejor que dejar que el azar decida por mí. Y lo curioso es que mientras la moneda gira en el aire, de repente SÉ lo que quiero que salga. La psicología humana es fascinante, ¿no?

Los antiguos lo hacían, nosotros lo seguimos haciendo. Es que hay algo mágico en ese momento de incertidumbre total mientras la moneda vuela.

Dónde tirar monedas cuando no tienes ninguna

Tengo varias opciones y ninguna me pide registrarme ni darles mi correo (cosa que agradezco profundamente):

• Google: Basta con escribir "tirar moneda" y ¡voilà! Funciona de maravilla, aunque es tan soso como un programa del gobierno.

• FlipSim: Me encanta esta porque puedo hacer 100 lanzamientos seguidos. Útil cuando estoy aburrido o quiero comprobar si realmente hay un 50/50 de probabilidades (spoiler: sí, pero siempre tengo la sensación de que me sale más cruz que cara).

• Apps móviles: Para cuando estoy sin internet, que es bastante a menudo con la porquería de cobertura que tengo.

¿Cómo demonios usarlos?

Es tan fácil que hasta mi abuela podría, y eso que ella sigue pensando que el WhatsApp es una persona:

1. Elige dónde quieres lanzar tu moneda virtual
2. Dale al botón (normalmente dice "lanzar" o tiene un dibujo de una moneda)
3. Espera a que salga el resultado
4. Acepta tu destino (o haz trampa y tira otra vez si no te gusta el resultado, que todos lo hemos hecho)

Lo que nadie te cuenta sobre tirar monedas

Los algoritmos que generan estos resultados "aleatorios" no son realmente aleatorios. Son pseudoaleatorios, y aunque para nuestro propósito sirven perfectamente, me hace gracia pensar que estoy tomando decisiones basadas en cálculos matemáticos predeterminados.

Y ya puestos, ¿sabías que físicamente una moneda no tiene exactamente 50/50 de probabilidades? El lado que mira hacia arriba al lanzarla tiene ligeramente más posibilidades. Y si la haces girar sobre una superficie en lugar de lanzarla al aire, las probabilidades cambian drásticamente.

Hasta las empresas juegan a cara o cruz

No sólo los indecisos como yo usamos esto. Las empresas lo incorporan en promociones, concursos y hasta para tomar decisiones internas. Es curioso cómo algo tan simple puede ser tan universal.

Me encantaría contarte la vez que una multinacional decidió su estrategia de mercado con un lanzamiento de moneda, pero creo que mi jefe me mataría.

¿Preguntas? Tengo respuestas (más o menos)

• ¿Son realmente aleatorios? Tanto como puede serlo un algoritmo, que no es poco pero tampoco es una moneda real.
• ¿Puedo confiar en ellos para decisiones importantes? Yo lo he hecho, pero quizá no decidas así con quién casarte.
• ¿Funcionan sin internet? Algunas apps sí, lo que me ha salvado en más de una ocasión.

Así que ya sabes, cuando estés indeciso y sin monedas a mano, el mundo digital te ofrece alternativas. La próxima vez que te enfrentes a una decisión imposible, deja que una moneda virtual decida por ti. O al menos finge que le haces caso, porque al final todos hacemos lo que ya queríamos hacer desde el principio.