BRICS Pay y moneda digital: un gran desafío para la dominación del dólar

En una iniciativa estratégica de gran envergadura, los países miembros de los BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica – desvelan su sistema BRICS Pay acompañado de una moneda digital innovadora. Este enfoque, presentado oficialmente durante el reciente Foro de Negocios, tiene como objetivo explícito reducir la dependencia del dólar estadounidense en los intercambios comerciales internacionales. Representando colectivamente más del 30% del PIB mundial, estas economías emergentes buscan transformar el sistema financiero internacional disminuyendo su exposición al sistema SWIFT y fomentando los intercambios directos entre los miembros.

BRICS Pay: una arquitectura tecnológica de nueva generación

BRICS Pay supera el concepto tradicional de sistema de pago. Esta plataforma se basa en la tecnología blockchain para ofrecer una infraestructura de transacciones sin efectivo particularmente robusta. Diseñada para garantizar la independencia financiera de los países miembros, asegura una seguridad y transparencia óptimas gracias a las propiedades intrínsecas de la tecnología distribuida.

La característica técnica principal de BRICS Pay radica en su capacidad de interoperabilidad entre las diversas monedas nacionales, permitiendo pagos transfronterizos directos sin conversión obligatoria a dólares. El sistema integra tecnologías de pago avanzadas como códigos QR y asegura la compatibilidad con las principales redes globales como Visa, Mastercard y WeChat Pay, ofreciendo así una experiencia de usuario inclusiva adaptada a las especificidades de cada economía miembro.

Hacia un equilibrio más justo del sistema financiero mundial

El objetivo fundamental del proyecto BRICS Pay es promover la equidad en las transacciones internacionales. Como destacó Diego Gutiérrez Zaldívar, pionero reconocido en el campo de la blockchain: «estamos asistiendo a una competencia de poder entre Estados-nación, criptomonedas y empresas». Esta nueva infraestructura no tiene la vocación de reemplazar las monedas nacionales existentes, sino más bien de crear una red de transacciones que funcione sin interferencias externas.

Según los datos presentados en la última cumbre de los BRICS en 2025, el comercio intra-BRICS representa ahora más de 700 mil millones de dólares anuales, un volumen suficientemente significativo para justificar la creación de un sistema financiero alternativo. El enfoque innovador propuesto por el bloque podría potencialmente remodelar las relaciones financieras globales al establecer un precedente para otras alianzas económicas regionales.

Unite: la moneda digital de los BRICS en desarrollo

La introducción de una moneda digital común, provisionalmente llamada Unite, constituye el elemento central de esta estrategia de desdolarización. Respaldada por activos tangibles como el oro, se posiciona como una alternativa creíble al dólar estadounidense. Según el comunicado oficial de la cumbre de los BRICS, el proyecto tiene como objetivo una implementación progresiva entre 2026 y 2027.

La motivación principal de los países miembros sigue siendo la reducción de su vulnerabilidad a las sanciones económicas y a las fluctuaciones del dólar. Aunque el camino hacia una adopción generalizada sigue estando lleno de obstáculos técnicos y políticos, el lanzamiento de esta iniciativa marca un punto de inflexión significativo en la evolución del sistema monetario internacional, especialmente por su impacto potencial en la adopción de tecnologías financieras alternativas y la descentralización de los intercambios comerciales.

Implicaciones para el mercado de las criptomonedas

Para los actores del mercado de criptoactivos, la aparición de una moneda digital de los BRICS representa un cambio estructural importante. Al ofrecer una red global resistente a las presiones geopolíticas, BRICS Pay podría introducir nuevos participantes en el ecosistema de la economía digital.

Desde Argentina hasta Sudáfrica, las repercusiones de esta iniciativa no solo pondrán a prueba la hegemonía del dólar, sino que también podrían crear nuevas dinámicas de inversión en criptomonedas dentro del bloque. Los bancos centrales de los países miembros se están enfocando actualmente en la financiación de transición y el desarrollo tecnológico financiero, con un sistema post-dólar centrado en el oro como piedra angular.

Esta evolución estratégica redefine el papel de las monedas locales y las criptomonedas en un contexto global en rápida transformación. Los países BRICS se comprometen a construir un sistema financiero más inclusivo y equitativo, adaptado a los complejos desafíos del siglo XXI. La cuestión fundamental sigue siendo: ¿está la economía mundial lista para un sistema verdaderamente multipolar?