Richard Heart triunfa contra la SEC: Una victoria polémica que me deja perplejo

¡Vaya giro del destino! Richard Heart, ese tipo que siempre está presumiendo de relojes carísimos y diamantes extravagantes, acaba de darle una bofetada en la cara a la SEC. ¿Quién lo hubiera pensado? Yo, personalmente, quedé con la boca abierta cuando me enteré.

La SEC tiró la toalla el 21 de abril, diciendo que no modificaría ni volvería a presentar su caso de fraude contra este autoproclamado "gurú" de las criptomonedas. ¡Y claro! Heart no tardó en salir corriendo a Twitter para presumir su victoria como un niño con juguete nuevo: "Hemos derrotado completamente a la SEC y logrado una claridad regulatoria que casi ninguna otra moneda tiene".

Pero seamos sinceros, esta victoria no es porque HEX sea un proyecto transparente y legítimo. Es simplemente porque el tipo fue más listo que los reguladores americanos al jugar la carta de la jurisdicción. La jueza Carol Bagley Amon dictaminó que las actividades de Heart no se dirigían específicamente a inversores estadounidenses, sino a una "audiencia global". ¡Qué conveniente! Básicamente, Heart se salió con la suya porque opera desde fuera de EE.UU.

Y mientras celebra su victoria en América, tiene a toda la policía europea buscándolo. ¡El colmo! En Finlandia lo quieren por evasión fiscal y por agredir a un menor de 16 años. ¿Alguien más ve la ironía? Evade a la SEC por tecnicismos legales pero aparece en las listas de criminales más buscados de Europol e Interpol.

Lo que me parece más ridículo es cómo algunos seguidores todavía defienden a HEX, un proyecto que promete un absurdo 38% de rendimiento anual. ¿En serio? ¿Quién se cree eso? Para mí, esto huele a Ponzi desde kilómetros. Y el hecho de que Heart posee como el 90% de los tokens debería encender todas las alarmas posibles.

Mirad el precio de HEX ahora: 0,002253 dólares y apenas 250.000$ en volumen diario. Está prácticamente muerto, pero Heart sigue por ahí, con sus relojes de millones y sus anillos de diamantes, mientras sus seguidores siguen soñando con hacerse ricos.

Esta historia me demuestra, una vez más, que en el mundo cripto a veces ganan los más astutos, no los más honestos. Y eso, queridos amigos, me da bastante rabia.