Klaus Schwab, ese viejito de 87 años que fundó el Foro Económico Mundial, resultó ser un lobo con piel de cordero. ¡Quién lo diría! Según una investigación interna que ha salido a la luz, este señor que se presenta como paladín de la ética global lleva una década comportándose como un auténtico tirano dentro de su organización.
Yo siempre desconfié de estos "líderes mundiales" que nos dan lecciones de moral mientras se comportan como reyes en sus propios dominios. La investigación, que comenzó tras la denuncia de un valiente informante, ha revelado que tanto él como su esposa Hilde han convertido el WEF en su cortijo particular.
¡Y los detalles son jugosos! Imagínate al "respetable" Schwab enviando correos nocturnos a ejecutivas con mensajes como "¿Sientes que estoy pensando en ti?". ¡Por favor! Su equipo de relaciones públicas ahora sale con el cuento de que "veía el Foro como su familia". Menuda excusa barata para justificar comportamientos impropios.
Lo que más me indigna es que mientras este señor daba discursos sobre igualdad y justicia global, en su organización reinaba un ambiente tóxico para mujeres y empleados negros. ¡Pura hipocresía!
Y claro, el dinero. Más de 1,1 millones en gastos de viaje cuestionables, incluyendo vuelos en primera para su esposa, que ni siquiera tenía cargo oficial. Se gastaron 63.000 dólares en viajes a Venecia, Miami, Seychelles y Marruecos sin apenas justificación comercial. ¿Y los masajes en hoteles? ¿Y los regalos lujosos como juegos de té rusos y abrigos de piel? Todo pagado con fondos del Foro.
Me pregunto cuántos más como él hay en estas organizaciones globales que nos dicen cómo debemos vivir mientras ellos derrochan a manos llenas. Por suerte, parece que esta vez la justicia actuará y los fiscales suizos podrían llevarlo a los tribunales.
Schwab ya ha dimitido, pero sigue negando todo y amenazando con acciones legales. Típico de estos poderosos: cuando les pillan con las manos en la masa, siempre tienen una excusa o alguien a quien culpar.
Esta es la cara oculta del poder global, amigos. No os dejéis engañar por los discursos bonitos y las corbatas caras.
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Klaus Schwab hallado culpable de irregularidades financieras y acoso laboral... ¡vaya sorpresa!
Klaus Schwab, ese viejito de 87 años que fundó el Foro Económico Mundial, resultó ser un lobo con piel de cordero. ¡Quién lo diría! Según una investigación interna que ha salido a la luz, este señor que se presenta como paladín de la ética global lleva una década comportándose como un auténtico tirano dentro de su organización.
Yo siempre desconfié de estos "líderes mundiales" que nos dan lecciones de moral mientras se comportan como reyes en sus propios dominios. La investigación, que comenzó tras la denuncia de un valiente informante, ha revelado que tanto él como su esposa Hilde han convertido el WEF en su cortijo particular.
¡Y los detalles son jugosos! Imagínate al "respetable" Schwab enviando correos nocturnos a ejecutivas con mensajes como "¿Sientes que estoy pensando en ti?". ¡Por favor! Su equipo de relaciones públicas ahora sale con el cuento de que "veía el Foro como su familia". Menuda excusa barata para justificar comportamientos impropios.
Lo que más me indigna es que mientras este señor daba discursos sobre igualdad y justicia global, en su organización reinaba un ambiente tóxico para mujeres y empleados negros. ¡Pura hipocresía!
Y claro, el dinero. Más de 1,1 millones en gastos de viaje cuestionables, incluyendo vuelos en primera para su esposa, que ni siquiera tenía cargo oficial. Se gastaron 63.000 dólares en viajes a Venecia, Miami, Seychelles y Marruecos sin apenas justificación comercial. ¿Y los masajes en hoteles? ¿Y los regalos lujosos como juegos de té rusos y abrigos de piel? Todo pagado con fondos del Foro.
Me pregunto cuántos más como él hay en estas organizaciones globales que nos dicen cómo debemos vivir mientras ellos derrochan a manos llenas. Por suerte, parece que esta vez la justicia actuará y los fiscales suizos podrían llevarlo a los tribunales.
Schwab ya ha dimitido, pero sigue negando todo y amenazando con acciones legales. Típico de estos poderosos: cuando les pillan con las manos en la masa, siempre tienen una excusa o alguien a quien culpar.
Esta es la cara oculta del poder global, amigos. No os dejéis engañar por los discursos bonitos y las corbatas caras.