Futuros de oro: dónde invertir y cómo eludir el sistema bancario

Siempre sospeché que la verdadera riqueza no reside en el dinero en papel, sino en el oro. Recientemente decidí profundizar en las sutilezas del comercio de futuros sobre oro, y esto es lo que aprendí.

Los futuros de oro son, en esencia, contratos a futuro, donde la base es nuestro querido tesoro amarillo. Para no complicar los detalles, lo diré más simple: es la posibilidad de comprar o vender oro a un precio acordado de antemano, sin poseerlo físicamente. ¡Y maldita sea, funciona!

La bolsa de COMEX en Nueva York es el principal jugador en este asunto. No es de extrañar que los estadounidenses tengan la mano en el pulso dorado del mundo. Un lote allí consiste en 100 onzas del metal más puro (99,5%). También hay una versión mini – 50 onzas para aquellos que son más pobres. ¡El comercio se lleva a cabo casi las 24 horas del día – 23 horas al día! Solo de 5:15 a 6:00 de la mañana, hora local, los operadores de la bolsa pueden respirar.

Me impresionó especialmente la bolsa de futuros de Shanghái. Los chinos no se quedan atrás: un lote allí equivale a un kilogramo de oro. Utilizan un apalancamiento de aproximadamente 7 veces: ¡son unos tipos arriesgados! La fluctuación mínima es de solo 0,02 yuanes por gramo.

Divertido, pero las propias bolsas no participan en las negociaciones. Simplemente crean las reglas del juego y se aseguran de que se cumpla la "justicia". ¡Solo nosotros entendemos de quién es esta justicia y a quién le beneficia!

Para comenzar a negociar, es necesario abrir una cuenta en una casa de futuros. Las ganancias se forman a partir de la diferencia de precios al entrar y salir. Si mantienes hasta el final del plazo, prepárate para recibir el metal real. Aunque, sinceramente, muy pocos llegan a la entrega física.

Ahora el oro en la bolsa de Moscú se cotiza a 3846,80, ha subido desde el cierre anterior. ¡En un año el precio ha saltado un 45%! No sé ustedes, pero yo veo en esto una excelente alternativa a los instrumentos financieros occidentales. ¡Porque el oro es la verdadera libertad del sistema bancario!