Anatoly Yakovenko, un ex ingeniero de Qualcomm, tenía una obsesión singular: la velocidad. Su visión era crear una blockchain tan rápida que pudiera rivalizar con las capacidades de transacción de Visa. Esta ambición dio nacimiento a Solana.
Durante la locura de las criptomonedas de 2021, Solana brilló intensamente, ganándose el apodo de "Asesino de Ethereum" entre los entusiastas.
Sin embargo, la marea cambió drásticamente con la implosión de FTX. Sam Bankman-Fried, el respaldo más prominente de Solana, fue expuesto como un fraude. De la noche a la mañana, la narrativa que rodeaba a Solana experimentó una completa reversión.
El valor de Solana se desplomó un asombroso 97%. Los críticos lo proclamaron apresuradamente "muerto". Los desarrolladores abandonaron el barco en masa. El proyecto parecía estar en sus últimos momentos.
Sin embargo, Anatoly y su dedicado equipo perseveraron, continuando su trabajo en silencio tras bambalinas. Soportaron el ridículo, abordaron problemas de red y mantuvieron un enfoque inquebrantable en el avance tecnológico.
Un año después, Solana no solo había sobrevivido, sino que había resurgido más fuerte que nunca, procesando más transacciones que casi todas las demás redes blockchain combinadas.
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Anatoly Yakovenko, un ex ingeniero de Qualcomm, tenía una obsesión singular: la velocidad. Su visión era crear una blockchain tan rápida que pudiera rivalizar con las capacidades de transacción de Visa. Esta ambición dio nacimiento a Solana.
Durante la locura de las criptomonedas de 2021, Solana brilló intensamente, ganándose el apodo de "Asesino de Ethereum" entre los entusiastas.
Sin embargo, la marea cambió drásticamente con la implosión de FTX. Sam Bankman-Fried, el respaldo más prominente de Solana, fue expuesto como un fraude. De la noche a la mañana, la narrativa que rodeaba a Solana experimentó una completa reversión.
El valor de Solana se desplomó un asombroso 97%. Los críticos lo proclamaron apresuradamente "muerto". Los desarrolladores abandonaron el barco en masa. El proyecto parecía estar en sus últimos momentos.
Sin embargo, Anatoly y su dedicado equipo perseveraron, continuando su trabajo en silencio tras bambalinas. Soportaron el ridículo, abordaron problemas de red y mantuvieron un enfoque inquebrantable en el avance tecnológico.
Un año después, Solana no solo había sobrevivido, sino que había resurgido más fuerte que nunca, procesando más transacciones que casi todas las demás redes blockchain combinadas.