¡Dónde realmente se puede usar cripto - mis observaciones!

He estado inmerso en el mundo de las criptomonedas durante varios años y quiero compartir mi visión sobre dónde estos activos digitales realmente son aceptados. ¿Y saben qué? No es tan colorido como lo pintan en las revistas de criptomonedas de lujo!

EE. UU. parece haber "permitido" las criptomonedas, pero en realidad la SEC asfixia a cada segundo proyecto cripto. Recuerdo que casi me vi afectado con mis tokens. Los reguladores allí más bien obstaculizan que ayudan.

En Japón, el bitcoin ha sido reconocido como medio de pago, pero intenta realmente comprar algo - ¡buena suerte! Y obtener una licencia para los intercambios es simplemente un camino lleno de sufrimientos.

Suiza - supuestamente "cripto-valle". Estuve allí. ¿Saben cuántas tiendas aceptan criptomonedas? ¡Unas pocas! Pero nadie ha cancelado los impuestos.

Singapur es exteriormente amigable con las criptomonedas, pero la MAS, (su regulador financiero) está apretando tanto las tuercas que muchos proyectos huyen de allí.

¿Reino Unido? ¡La FCA simplemente prohibió los derivados de criptomonedas para los inversores minoristas! ¿De qué amabilidad se habla?

Malta - "isla del blockchain"... Suena bonito, pero en realidad es un paraíso fiscal donde los grandes jugadores esconden dinero, mientras que a las personas comunes no se les ofrecen ventajas especiales.

Estonia otorgaba licencias a diestro y siniestro, pero luego endureció drásticamente los requisitos, y muchos se quedaron con las manos vacías.

En los EAU solo se puede prosperar con mucho dinero, de lo contrario, todo esto son cuentos sobre el "paraíso cripto".

¿Turquía y Georgia? Sí, allí se puede comprar café por bitcoins en un par de lugares para turistas, pero no hay aceptación sistemática.

En realidad, no hay ningún país donde las criptomonedas estén completamente integradas en la economía. En todas partes solo hay medidas intermedias, restricciones y cambios constantes en las reglas del juego. Y mientras los grandes señores se deciden sobre la regulación, nosotros, los usuarios comunes, seguimos existiendo en una zona gris.