La mayor ansiedad en este momento es: el tiempo del bull run se está agotando, mientras que la mayoría de las monedas permanecen inactivas.
Las monedas antiguas están atrapadas por la obsesión, mientras que las monedas nuevas sufren por la avaricia. Lo que más temo es que el efecto de enriquecimiento del mercado aún no haya llegado, pero la mayoría de las personas ya se han bajado antes.
Proteger la moneda es difícil, más difícil que alcanzar el cielo azul. Especialmente en este momento que parece el final del bull run, porque la gran mayoría de las personas simplemente no pueden adivinar dónde está la cima.
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La mayor ansiedad en este momento es: el tiempo del bull run se está agotando, mientras que la mayoría de las monedas permanecen inactivas.
Las monedas antiguas están atrapadas por la obsesión, mientras que las monedas nuevas sufren por la avaricia. Lo que más temo es que el efecto de enriquecimiento del mercado aún no haya llegado, pero la mayoría de las personas ya se han bajado antes.
Proteger la moneda es difícil, más difícil que alcanzar el cielo azul. Especialmente en este momento que parece el final del bull run, porque la gran mayoría de las personas simplemente no pueden adivinar dónde está la cima.