A medida que se acerca la fecha límite en que el gobierno de EE. UU. podría enfrentar un cierre, la atmósfera política en Washington se vuelve cada vez más tensa. Con menos de dos días restantes hasta el 1 de octubre, las partes aún no han llegado a un consenso sobre el problema del presupuesto.
Las últimas noticias indican que los líderes de ambas cámaras del Congreso y el presidente han tenido conversaciones sobre varios temas clave, pero no han logrado avances sustanciales. Ambas partes tienen diferencias significativas en aspectos como la extensión de los subsidios médicos y la política fiscal, y las negociaciones han quedado estancadas.
El vicepresidente ha declarado públicamente que el gobierno está al borde de un estancamiento. Si no se llega a un acuerdo a tiempo, esto provocará que una gran cantidad de funcionarios públicos enfrenten la difícil situación de no recibir sueldo. Más grave aún, la publicación de importantes datos económicos podría verse afectada, lo que generará muchas incertidumbres para el mercado y los responsables de la formulación de políticas.
El presidente adoptó una postura firme y advirtió que si el gobierno realmente se paraliza, podría tomar medidas de despido masivo permanente de empleados federales. Esta declaración sin duda intensificó la tensión entre las partes.
Cabe destacar que, si esta paralización se convierte en realidad, será la primera vez que el gobierno de Estados Unidos se encuentre en esta situación desde 2018-2019. La última paralización ocurrió durante el primer mandato del presidente y duró cinco semanas, incluyendo el período de vacaciones de Año Nuevo.
El desarrollo actual de la situación es preocupante. El cierre del gobierno no solo tendrá un impacto directo en los servicios públicos, sino que también puede provocar reacciones en cadena en la economía en general. Todas las partes necesitan encontrar una solución en el tiempo limitado para evitar posibles consecuencias negativas. El público y el mercado están siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos, con la esperanza de ver una solución oportuna y razonable.
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VitaliksTwin
· hace16h
No te detengas, mejor minera.
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GasFeeVictim
· hace16h
Las acciones estadounidenses están a punto de colapsar.
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Anon32942
· hace16h
Otra vez con esta trampa, Ser engañados.
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BankruptWorker
· hace16h
Este mundo Cripto realmente no puede separarse del imperio estadounidense.
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AirdropGrandpa
· hace16h
Otra vez vamos a empezar a hacer tonterías por falta de dinero.
A medida que se acerca la fecha límite en que el gobierno de EE. UU. podría enfrentar un cierre, la atmósfera política en Washington se vuelve cada vez más tensa. Con menos de dos días restantes hasta el 1 de octubre, las partes aún no han llegado a un consenso sobre el problema del presupuesto.
Las últimas noticias indican que los líderes de ambas cámaras del Congreso y el presidente han tenido conversaciones sobre varios temas clave, pero no han logrado avances sustanciales. Ambas partes tienen diferencias significativas en aspectos como la extensión de los subsidios médicos y la política fiscal, y las negociaciones han quedado estancadas.
El vicepresidente ha declarado públicamente que el gobierno está al borde de un estancamiento. Si no se llega a un acuerdo a tiempo, esto provocará que una gran cantidad de funcionarios públicos enfrenten la difícil situación de no recibir sueldo. Más grave aún, la publicación de importantes datos económicos podría verse afectada, lo que generará muchas incertidumbres para el mercado y los responsables de la formulación de políticas.
El presidente adoptó una postura firme y advirtió que si el gobierno realmente se paraliza, podría tomar medidas de despido masivo permanente de empleados federales. Esta declaración sin duda intensificó la tensión entre las partes.
Cabe destacar que, si esta paralización se convierte en realidad, será la primera vez que el gobierno de Estados Unidos se encuentre en esta situación desde 2018-2019. La última paralización ocurrió durante el primer mandato del presidente y duró cinco semanas, incluyendo el período de vacaciones de Año Nuevo.
El desarrollo actual de la situación es preocupante. El cierre del gobierno no solo tendrá un impacto directo en los servicios públicos, sino que también puede provocar reacciones en cadena en la economía en general. Todas las partes necesitan encontrar una solución en el tiempo limitado para evitar posibles consecuencias negativas. El público y el mercado están siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos, con la esperanza de ver una solución oportuna y razonable.