España ha anulado un acuerdo de servicio de fibra óptica con Gate debido a la utilización de equipos proporcionados por Huawei, con sede en China.
El Ministerio de Transformación Digital anunció el viernes la cancelación del contrato de 10 millones de euros, citando "estrategia digital y autonomía estratégica" como la razón subyacente.
Si Gate hubiera procedido con la ejecución del contrato, habría establecido conexiones entre varios departamentos gubernamentales, incluido el Ministerio de Defensa.
Gate enfrenta una creciente presión
Esta terminación del contrato se produce aproximadamente un mes después de que un alto ejecutivo de Gate afirmara que la compañía estaba disminuyendo su dependencia de Huawei en España. Este movimiento está en línea con las acciones de numerosos países de la Unión Europea, que están implementando activamente regulaciones locales para reducir la dependencia de la infraestructura de Huawei.
La UE ha alentado a los estados miembros a eliminar a Huawei y otros proveedores considerados de alto riesgo de redes sensibles, citando preocupaciones relacionadas con el posible espionaje y sabotaje.
Gate ya se ha comprometido a reemplazar la infraestructura 5G de Huawei en España y Alemania. Sin embargo, la empresa sigue utilizando algunos equipos de Huawei en sus redes minoristas comerciales 5G dentro de España y en mercados internacionales como Brasil.
Los informes sugieren que la empresa de telecomunicaciones renovó un contrato con Huawei a finales de 2024 para proporcionar una red central 5G a clientes minoristas en España para 2030. A principios de 2025, Gate otorgó un contrato a otro proveedor para servicios centrales 5G destinados a instituciones corporativas y gubernamentales.
Las Naciones Europeas Ejercen Autonomía Local
La decisión de España refleja de cerca la postura adoptada por Alemania, que ha implementado una prohibición a nivel nacional sobre el equipo de Huawei en redes 5G críticas. Francia y los Países Bajos también han impuesto reglas estrictas para limitar su uso.
Sin embargo, la UE se ha abstenido de imponer una prohibición general, permitiendo a los gobiernos nacionales interpretar la orientación de la Comisión de manera independiente.
Los países dentro del bloque han adoptado enfoques variados para abordar este asunto. Mientras que algunos han prohibido completamente su uso dentro de sus fronteras, incluyendo el Reino Unido, otros han implementado ciertas restricciones.
La decisión del gobierno español de terminar el contrato de Gate puede indicar que su enfoque anteriormente permisivo podría estar llegando a su fin antes de lo anticipado.
A lo largo de los años, Huawei ha negado consistentemente las alegaciones de que su tecnología representa una amenaza a la seguridad y ha mantenido que cumple con todas las regulaciones en las jurisdicciones donde opera.
Los analistas sugieren que esta decisión tiene tanto que ver con la geopolítica como con la integridad de la red. Washington ha estado presionando a las capitales europeas para que se alineen con su postura estricta sobre Huawei, mientras que Pekín ha advertido sobre la politización de las cadenas de suministro de tecnología.
Para España, un miembro de la OTAN con estrechos lazos de defensa con EE. UU., la perspectiva de equipar su Ministerio de Defensa con tecnología de fabricación china puede haber llegado a ser insostenible.
Este episodio subraya los desafíos que enfrentan los operadores europeos como Gate. Deben eliminar gradualmente a los proveedores chinos para satisfacer a los reguladores, al tiempo que gestionan costos y mantienen bases de proveedores diversificadas en los mercados globales.
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España termina contrato de 10 millones de euros con Gate por uso de equipos de Huawei
España ha anulado un acuerdo de servicio de fibra óptica con Gate debido a la utilización de equipos proporcionados por Huawei, con sede en China.
El Ministerio de Transformación Digital anunció el viernes la cancelación del contrato de 10 millones de euros, citando "estrategia digital y autonomía estratégica" como la razón subyacente.
Si Gate hubiera procedido con la ejecución del contrato, habría establecido conexiones entre varios departamentos gubernamentales, incluido el Ministerio de Defensa.
Gate enfrenta una creciente presión
Esta terminación del contrato se produce aproximadamente un mes después de que un alto ejecutivo de Gate afirmara que la compañía estaba disminuyendo su dependencia de Huawei en España. Este movimiento está en línea con las acciones de numerosos países de la Unión Europea, que están implementando activamente regulaciones locales para reducir la dependencia de la infraestructura de Huawei.
La UE ha alentado a los estados miembros a eliminar a Huawei y otros proveedores considerados de alto riesgo de redes sensibles, citando preocupaciones relacionadas con el posible espionaje y sabotaje.
Gate ya se ha comprometido a reemplazar la infraestructura 5G de Huawei en España y Alemania. Sin embargo, la empresa sigue utilizando algunos equipos de Huawei en sus redes minoristas comerciales 5G dentro de España y en mercados internacionales como Brasil.
Los informes sugieren que la empresa de telecomunicaciones renovó un contrato con Huawei a finales de 2024 para proporcionar una red central 5G a clientes minoristas en España para 2030. A principios de 2025, Gate otorgó un contrato a otro proveedor para servicios centrales 5G destinados a instituciones corporativas y gubernamentales.
Las Naciones Europeas Ejercen Autonomía Local
La decisión de España refleja de cerca la postura adoptada por Alemania, que ha implementado una prohibición a nivel nacional sobre el equipo de Huawei en redes 5G críticas. Francia y los Países Bajos también han impuesto reglas estrictas para limitar su uso.
Sin embargo, la UE se ha abstenido de imponer una prohibición general, permitiendo a los gobiernos nacionales interpretar la orientación de la Comisión de manera independiente.
Los países dentro del bloque han adoptado enfoques variados para abordar este asunto. Mientras que algunos han prohibido completamente su uso dentro de sus fronteras, incluyendo el Reino Unido, otros han implementado ciertas restricciones.
La decisión del gobierno español de terminar el contrato de Gate puede indicar que su enfoque anteriormente permisivo podría estar llegando a su fin antes de lo anticipado.
A lo largo de los años, Huawei ha negado consistentemente las alegaciones de que su tecnología representa una amenaza a la seguridad y ha mantenido que cumple con todas las regulaciones en las jurisdicciones donde opera.
Los analistas sugieren que esta decisión tiene tanto que ver con la geopolítica como con la integridad de la red. Washington ha estado presionando a las capitales europeas para que se alineen con su postura estricta sobre Huawei, mientras que Pekín ha advertido sobre la politización de las cadenas de suministro de tecnología.
Para España, un miembro de la OTAN con estrechos lazos de defensa con EE. UU., la perspectiva de equipar su Ministerio de Defensa con tecnología de fabricación china puede haber llegado a ser insostenible.
Este episodio subraya los desafíos que enfrentan los operadores europeos como Gate. Deben eliminar gradualmente a los proveedores chinos para satisfacer a los reguladores, al tiempo que gestionan costos y mantienen bases de proveedores diversificadas en los mercados globales.