EL DOLOR ES REAL 🟥

Todos esperaban que el mercado despegara, pero ahora tenemos:

$BTC en $110k
$ETH debajo $4k
$SOL debajo $200

¿Y las grandes capitalizaciones? Aún peor

$ONDO bajo $1
$TAO luchando por $300
$SUI ni siquiera $4

Los OGs como $VET, $QNT y $LINK están simplemente laterales

¿Entonces, por qué un movimiento "dovish" provocó tanto dolor?

→ Primero, la reducción era ampliamente esperada. Los traders ya la habían incorporado en los precios, así que en el momento en que ocurrió, vimos un comportamiento clásico de "vender la noticia". Muchos que aprovecharon el bombo tomaron ganancias.

→ En segundo lugar, el apalancamiento empeoró las cosas. El rally antes de la reducción había atraído a largos sobreextendidos, y cuando el impulso se desvaneció, se liquidaron más de $1.6B en solo unos pocos días.

Esa cascada de ventas forzadas convirtió una caída en una corrección.

→ En tercer lugar, el contexto macroeconómico sigue siendo complicado.

La inflación sigue por encima del objetivo, los datos del PIB parecen sólidos y la Fed sigue aplicando un endurecimiento cuantitativo. Esto significa que la liquidez no fluye libremente hacia los activos de riesgo.

Agregue preocupaciones geopolíticas como aranceles e incertidumbre regulatoria, y el estado de ánimo en general se volvió reacio al riesgo.

👉 Esta combinación de toma de ganancias, liquidaciones y la incertidumbre persistente explica la reciente sangre en el mercado.

Pero, ¿marca el FIN DEL RALLY ALCISTA? No lo creo.

Cuando retrocedo, no veo las señales de un verdadero máximo cíclico. No estamos en la euforia máxima.

Las instituciones todavía están asignando. La oferta de stablecoins está creciendo. La regulación en este ciclo se ha inclinado más hacia la adopción que hacia la supresión.

En otras palabras: las fuerzas más grandes detrás de este mercado alcista no han desaparecido. Lo que estamos viviendo ahora se parece más a una sacudida que a un cambio completo.

Las correcciones son parte de cada ciclo. Limpian el apalancamiento, reinician el sentimiento y construyen bases más sólidas para la siguiente subida.

Así que, aunque el corto plazo parece doloroso, la imagen a largo plazo sigue intacta. Para mí, este no es el momento de salir en pánico, es el momento de mantener la paciencia, ser racional y seguir rastreando las señales más grandes.

Porque los mercados alcistas no terminan con miedo.

Terminan con euforia. Y aún no estamos allí.