¡Qué cansancio tengo con tanto proyecto cripto que promete revolucionar el mundo! Pero aquí estoy, minando Pi en mi móvil como un tonto más, esperando que algún día valga algo. Vamos a hablar claro sobre esta famosa "red Pi" que tantos millones andamos usando.
Pi Network surgió en 2019 como supuesta alternativa a las criptomonedas tradicionales. Lo crearon unos doctores de Stanford (sí, muy bonito en el papel) con la promesa de hacer accesible el mundo cripto para cualquiera con un móvil. ¿La realidad? Estamos en 2025 y seguimos con retrasos y promesas de "pronto llegará la red abierta".
¿Qué demonios es realmente Pi?
A diferencia del Bitcoin, que requiere equipos carísimos y consume electricidad como para fundir un polo, Pi se "mina" dándole a un botoncito en una app. Suena ridículo, ¿verdad? Pues ya somos millones haciéndolo a diario.
El sistema funciona con algo llamado "Stellar Consensus Protocol" en lugar del tradicional proof-of-work. Básicamente, validamos nuestra existencia diariamente y formamos "círculos de confianza" con otros usuarios. Es como un Facebook con esteroides que además te da moneditas virtuales.
Mi experiencia personal con Pi
Empecé a minar en 2022 cuando el equipo prometía que la red principal estaría lista "muy pronto". Tres años después, aquí seguimos, esperando que finalmente podamos usar estos tokens en algún lugar del mundo real.
La tasa de minado comenzó en 3.14 Pi por hora (muy lindo el guiño a π), pero ha ido disminuyendo conforme más usuarios se unen. Ahora mismo estamos minando fracciones de Pi cada hora, una miseria comparada con los primeros días.
¿Vale algo o estamos perdiendo el tiempo?
Esta es la pregunta del millón. Algunos intercambios ya listan Pi, pero no los grandes nombres que darían legitimidad real al proyecto. El valor fluctúa salvajemente, pero sinceramente, me parece más un experimento social que una inversión seria.
Para vender tus Pi (si es que logras pasar la dichosa verificación KYC), necesitas completar un proceso tedioso: verificar tu identidad, migrar tus monedas a la mainnet, transferirlas a un exchange y finalmente venderlas. Demasiado trabajo para algo que podría valer cero mañana.
El lado oscuro que nadie menciona
Lo que realmente me molesta es la constante postergación. Cada vez que se acerca una fecha límite, el equipo la mueve. De "Q3 2023" pasamos a "Q4 2024" y ahora a "Q1 2025". Ya ni siquiera me creo las fechas.
Y hablemos del modelo: parece peligrosamente cercano a un esquema multinivel. Te incentivan a invitar amigos para aumentar tu tasa de minado. ¿No os suena a algo?
¿Por qué sigo minando entonces?
Honestamente, por FOMO (miedo a perderse algo). Dedicar 5 segundos al día para presionar un botón no cuesta nada. Si Pi fracasa, habré perdido algunos minutos de mi vida. Si por algún milagro llega a valer algo significativo, podría ser una ganancia inesperada.
También está la comunidad. He conocido gente interesante a través de Pi Network. Quizá el verdadero valor no esté en la moneda sino en las conexiones que hemos formado mientras esperamos que esta cosa despegue.
Conclusión: Una apuesta de bajo riesgo, pero con expectativas limitadas
Si algo he aprendido en mis años en el mundo cripto es que la mayoría de proyectos fracasan. Pi podría ser diferente, pero no apostaría mi jubilación en ello.
Lo bueno: es gratis, consume poca batería y podría sorprendernos.
Lo malo: años de retrasos, valor incierto y un modelo que huele un poco a marketing multinivel.
Yo seguiré dándole al botón de minar diariamente, pero con expectativas muy moderadas. ¿Y tú? ¿Crees que Pi cambiará el mundo o acabará en el cementerio de proyectos cripto olvidados?
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Recompensa
Me gusta
1
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
AllIn,JustDoIt
· hace11h
¡No sé de dónde salieron tantos cómplices en la negociación de RATS de Nikolaus!
La Verdad Sobre Pi Network: Realidad o Ilusión Digital
¡Qué cansancio tengo con tanto proyecto cripto que promete revolucionar el mundo! Pero aquí estoy, minando Pi en mi móvil como un tonto más, esperando que algún día valga algo. Vamos a hablar claro sobre esta famosa "red Pi" que tantos millones andamos usando.
Pi Network surgió en 2019 como supuesta alternativa a las criptomonedas tradicionales. Lo crearon unos doctores de Stanford (sí, muy bonito en el papel) con la promesa de hacer accesible el mundo cripto para cualquiera con un móvil. ¿La realidad? Estamos en 2025 y seguimos con retrasos y promesas de "pronto llegará la red abierta".
¿Qué demonios es realmente Pi?
A diferencia del Bitcoin, que requiere equipos carísimos y consume electricidad como para fundir un polo, Pi se "mina" dándole a un botoncito en una app. Suena ridículo, ¿verdad? Pues ya somos millones haciéndolo a diario.
El sistema funciona con algo llamado "Stellar Consensus Protocol" en lugar del tradicional proof-of-work. Básicamente, validamos nuestra existencia diariamente y formamos "círculos de confianza" con otros usuarios. Es como un Facebook con esteroides que además te da moneditas virtuales.
Mi experiencia personal con Pi
Empecé a minar en 2022 cuando el equipo prometía que la red principal estaría lista "muy pronto". Tres años después, aquí seguimos, esperando que finalmente podamos usar estos tokens en algún lugar del mundo real.
La tasa de minado comenzó en 3.14 Pi por hora (muy lindo el guiño a π), pero ha ido disminuyendo conforme más usuarios se unen. Ahora mismo estamos minando fracciones de Pi cada hora, una miseria comparada con los primeros días.
¿Vale algo o estamos perdiendo el tiempo?
Esta es la pregunta del millón. Algunos intercambios ya listan Pi, pero no los grandes nombres que darían legitimidad real al proyecto. El valor fluctúa salvajemente, pero sinceramente, me parece más un experimento social que una inversión seria.
Para vender tus Pi (si es que logras pasar la dichosa verificación KYC), necesitas completar un proceso tedioso: verificar tu identidad, migrar tus monedas a la mainnet, transferirlas a un exchange y finalmente venderlas. Demasiado trabajo para algo que podría valer cero mañana.
El lado oscuro que nadie menciona
Lo que realmente me molesta es la constante postergación. Cada vez que se acerca una fecha límite, el equipo la mueve. De "Q3 2023" pasamos a "Q4 2024" y ahora a "Q1 2025". Ya ni siquiera me creo las fechas.
Y hablemos del modelo: parece peligrosamente cercano a un esquema multinivel. Te incentivan a invitar amigos para aumentar tu tasa de minado. ¿No os suena a algo?
¿Por qué sigo minando entonces?
Honestamente, por FOMO (miedo a perderse algo). Dedicar 5 segundos al día para presionar un botón no cuesta nada. Si Pi fracasa, habré perdido algunos minutos de mi vida. Si por algún milagro llega a valer algo significativo, podría ser una ganancia inesperada.
También está la comunidad. He conocido gente interesante a través de Pi Network. Quizá el verdadero valor no esté en la moneda sino en las conexiones que hemos formado mientras esperamos que esta cosa despegue.
Conclusión: Una apuesta de bajo riesgo, pero con expectativas limitadas
Si algo he aprendido en mis años en el mundo cripto es que la mayoría de proyectos fracasan. Pi podría ser diferente, pero no apostaría mi jubilación en ello.
Lo bueno: es gratis, consume poca batería y podría sorprendernos. Lo malo: años de retrasos, valor incierto y un modelo que huele un poco a marketing multinivel.
Yo seguiré dándole al botón de minar diariamente, pero con expectativas muy moderadas. ¿Y tú? ¿Crees que Pi cambiará el mundo o acabará en el cementerio de proyectos cripto olvidados?