En un grupo de inversión bursátil, una vez presencié una escena que invitaba a la reflexión. Los miembros del grupo están hablando de un llamado "dios de la inversión" que ha logrado un asombroso aumento de cinco veces en el patrimonio neto en un corto período de tiempo. La mayoría de la gente estaba tan emocionada por ello que algunos incluso comenzaron a adorar a este "gran dios".
Sin embargo, un miembro del grupo hizo un comentario que invita a la reflexión: "Hay muchos inversores que han cuadruplicado su patrimonio neto en un año, pero muy pocos han sido capaces de duplicar su patrimonio neto cada año durante cinco años. Desafortunadamente, estas sabias palabras fueron rápidamente ahogadas por el ajetreo y el bullicio de los chats grupales y no lograron atraer la atención que merecían.
Días después, vi nuevamente el punto de vista de este amigo del grupo en un artículo de medios. En el texto expone detalladamente la lógica detrás de ello, con un argumento claro y objetivo. Compartió este artículo en el grupo, con la esperanza de generar más discusión. Sin embargo, lamentablemente, la gente sigue inmersa en la ilusión de perseguir ganancias rápidas a corto plazo, ignorando esta filosofía de inversión a largo plazo y estable.
Como espectador, no puedo evitar sentir un atisbo de melancolía por este amigo del grupo. Esta escena me recuerda a cuando una persona intenta compartir seriamente sus ideas, pero se da cuenta de que nadie escucha o entiende, cuán intensa es esa sensación de soledad. Quizás esta sea la verdadera soledad: guardar en solitario una porción de calma y razón en medio del bullicio de la multitud.
Esta escena me recuerda una frase de Nietzsche: 'Desde que me he cansado de buscar, he aprendido a encontrar de inmediato; desde que ha llegado un viento en contra, he podido resistir los vientos que vienen de todas partes y navegar.' Esta frase parece expresar perfectamente la situación y la mentalidad de ese amigo del grupo.
Reflexionando sobre esta experiencia, no puedo evitar preguntarme: ¿por qué muchos de los principales inversores suelen ser reacios a hablar de estrategias de trading específicas? Quizás, la verdadera sabiduría de inversión no radica en el rendimiento fenomenal a corto plazo, sino en el crecimiento sólido a largo plazo. No solo se necesita habilidad, sino también perspicacia y paciencia para superar el ajetreo y el bullicio del mercado.
En esta era de búsqueda de gratificación instantánea, aquellos que pueden adherirse al pensamiento a largo plazo y mantener un pensamiento independiente son los verdaderos sabios. Sus opiniones pueden no ser inmediatamente populares, pero finalmente mostrarán su valor bajo la prueba del tiempo.
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En un grupo de inversión bursátil, una vez presencié una escena que invitaba a la reflexión. Los miembros del grupo están hablando de un llamado "dios de la inversión" que ha logrado un asombroso aumento de cinco veces en el patrimonio neto en un corto período de tiempo. La mayoría de la gente estaba tan emocionada por ello que algunos incluso comenzaron a adorar a este "gran dios".
Sin embargo, un miembro del grupo hizo un comentario que invita a la reflexión: "Hay muchos inversores que han cuadruplicado su patrimonio neto en un año, pero muy pocos han sido capaces de duplicar su patrimonio neto cada año durante cinco años. Desafortunadamente, estas sabias palabras fueron rápidamente ahogadas por el ajetreo y el bullicio de los chats grupales y no lograron atraer la atención que merecían.
Días después, vi nuevamente el punto de vista de este amigo del grupo en un artículo de medios. En el texto expone detalladamente la lógica detrás de ello, con un argumento claro y objetivo. Compartió este artículo en el grupo, con la esperanza de generar más discusión. Sin embargo, lamentablemente, la gente sigue inmersa en la ilusión de perseguir ganancias rápidas a corto plazo, ignorando esta filosofía de inversión a largo plazo y estable.
Como espectador, no puedo evitar sentir un atisbo de melancolía por este amigo del grupo. Esta escena me recuerda a cuando una persona intenta compartir seriamente sus ideas, pero se da cuenta de que nadie escucha o entiende, cuán intensa es esa sensación de soledad. Quizás esta sea la verdadera soledad: guardar en solitario una porción de calma y razón en medio del bullicio de la multitud.
Esta escena me recuerda una frase de Nietzsche: 'Desde que me he cansado de buscar, he aprendido a encontrar de inmediato; desde que ha llegado un viento en contra, he podido resistir los vientos que vienen de todas partes y navegar.' Esta frase parece expresar perfectamente la situación y la mentalidad de ese amigo del grupo.
Reflexionando sobre esta experiencia, no puedo evitar preguntarme: ¿por qué muchos de los principales inversores suelen ser reacios a hablar de estrategias de trading específicas? Quizás, la verdadera sabiduría de inversión no radica en el rendimiento fenomenal a corto plazo, sino en el crecimiento sólido a largo plazo. No solo se necesita habilidad, sino también perspicacia y paciencia para superar el ajetreo y el bullicio del mercado.
En esta era de búsqueda de gratificación instantánea, aquellos que pueden adherirse al pensamiento a largo plazo y mantener un pensamiento independiente son los verdaderos sabios. Sus opiniones pueden no ser inmediatamente populares, pero finalmente mostrarán su valor bajo la prueba del tiempo.