El secreto del éxito supremo es uno solo: creer en uno mismo sin reservas y ser optimista sin remedio ante cualquier situación. No importa lo que quieras lograr o en qué tipo de persona desees convertirte, desde el momento en que tomes la decisión, debes concentrar toda tu atención y pensamientos completamente en ese objetivo, sin dudar ni un segundo. Con una devoción extrema, un enfoque extremo y una fe extrema, afirma con determinación que este asunto debe lograrse, así podrás avanzar en gran medida hacia el éxito.