PANews informó el 23 de noviembre que, según Reuters, personas familiarizadas con el asunto dijeron que cuatro días antes de que el CEO de OpenAI, Sam Altman, fuera despedido, varios investigadores enviaron una carta a la junta directiva, advirtiendo que un poderoso descubrimiento de inteligencia artificial podría amenazar a la humanidad. La carta no reportada anteriormente y el algoritmo de IA fueron un desarrollo clave en la destitución de Sam Altman por parte de la junta, ya que la junta despidió a Altman un día después de que se enviara la carta, y la carta fue una de las muchas quejas de la junta que llevaron al despido de Sam Altman.
Mira Murati, una ejecutiva de larga data de la compañía, mencionó el proyecto, llamado Q*, a los empleados el miércoles y dijo que se había enviado una carta a la junta antes del evento de este fin de semana, según las fuentes. OpenAI ha avanzado en Q* (pronunciado Q-star), que algunos expertos creen que podría ser un gran avance para OpenAI en el campo de la superinteligencia, también conocida como inteligencia artificial general (AGI). OpenAI define AGI como un sistema de inteligencia artificial que es más inteligente que los humanos. Dados los enormes recursos computacionales, el nuevo modelo es capaz de resolver ciertos problemas matemáticos. Aunque la puntuación en matemáticas de Q* está solo al nivel de los estudiantes de primaria, una puntuación excelente en una prueba de este tipo hace que los investigadores sean muy optimistas sobre su éxito futuro. En su carta a la junta, los investigadores señalaron las capacidades y los peligros potenciales de la IA, pero no especificaron las preocupaciones de seguridad específicas mencionadas en la carta. Un día después, la junta despidió a Altman.
Los investigadores ven las matemáticas como la frontera del desarrollo de la IA generativa. Actualmente, la IA generativa sobresale en la escritura y la traducción de idiomas al predecir estadísticamente la siguiente palabra, y las respuestas a la misma pregunta pueden variar mucho. Pero conquistar las habilidades matemáticas significa que la IA tendrá habilidades de razonamiento más fuertes, similares a la inteligencia humana. A diferencia de las calculadoras, que solo pueden resolver un número finito de operaciones, AGI se puede generalizar, aprender y entender. En este contexto, Altman se esfuerza por hacer de ChatGPT una de las aplicaciones de software de más rápido crecimiento de la historia y ha atraído la inversión y los recursos informáticos necesarios de Microsoft para acercarse a la superinteligencia (AGI).
Anteriormente, ayer se informó que OpenAI anunció que Sam Altman regresará a OpenAI como CEO.