Inversión en Japón: no solo en bienes raíces, sino también en un cambio de estilo de vida.
Recientemente, el mercado de inversiones en Japón ha atraído cada vez más atención, y tras mi experiencia personal, descubrí que no solo se trata de una elección de asignación de capital, sino de un cambio en la filosofía de vida.
Como un inversor que ha vivido en Japón, comprendo profundamente la singularidad de la inversión en Japón. La cuenta NISA (Nippon Individual Savings Account) lanzada por el gobierno japonés ha hecho que la inversión sea más accesible. Esta cuenta, que es equivalente a una cuenta de inversión libre de impuestos en Japón, permite que las ganancias obtenidas al invertir en productos financieros dentro de un cierto límite sean completamente libres de impuestos. Esto es, sin duda, una gran noticia para nosotros, los inversores que buscamos la optimización fiscal.
La bolsa japonesa ha tenido un excelente rendimiento este año, especialmente después de la rápida caída de abril, rebotando rápidamente y superando los 40,000 puntos a finales de junio. La lógica detrás de este aumento es bastante simple: una reevaluación del valor de las empresas japonesas en el mercado, junto con ventajas estructurales que impulsan el crecimiento. Cuando el índice Nikkei llegó a tener un PER de 12 veces, era más barato que los principales mercados globales, lo que naturalmente atrajo una gran cantidad de flujos de capital.
La reforma de la gobernanza corporativa en la Bolsa de Tokio también ha sido fundamental, cada vez más empresas están comenzando a aumentar los dividendos y a implementar programas de recompra de acciones, lo que ha permitido a los inversores ver retornos tangibles. La recuperación de la cadena de suministro de la industria tecnológica global ha impulsado aún más el rendimiento de las acciones de semiconductores y equipos de precisión en Japón, lo que ha aumentado la confianza del mercado.
Invertir en Japón no solo es para ganar dinero, sino que también puede ser un atajo para la inmigración. Al establecer una empresa y realizar actividades de gestión empresarial, puedes solicitar una "visa de gestión empresarial", y en el mejor de los casos, obtener derechos de residencia en Japón en un año. Aunque el gobierno ha anunciado que endurecerá los requisitos para esta visa, en el futuro, el requisito de capital para abrir una empresa podría aumentar de 5 millones de yenes a 30 millones de yenes, aún así, en comparación con los programas de inmigración por inversión de muchos países, esto sigue siendo un umbral relativamente bajo.
Por supuesto, las inversiones japonesas también enfrentan desafíos. La incertidumbre en torno a la política de aranceles de Estados Unidos siempre representa un gran riesgo, especialmente para las empresas que dependen de las exportaciones. Los ajustes en la política monetaria del Banco de Japón también podrían cambiar la dirección del mercado.
Desde mi propia experiencia de inversión, invertir en el índice Nikkei 225 puede ser la forma más simple y efectiva en comparación con seguir ciegamente las acciones populares. Cubre las 225 empresas cotizadas de mayor calidad en Japón, representando la columna vertebral de la economía japonesa.
El atractivo de invertir en Japón no solo radica en su potencial económico, sino también en su cultura de inversión única y estilo de vida. Al invertir en Japón, no solo estás comprando una acción o una propiedad, sino que estás participando en un sistema económico que valora el crecimiento sólido y el valor a largo plazo.
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Inversión en Japón: no solo en bienes raíces, sino también en un cambio de estilo de vida.
Recientemente, el mercado de inversiones en Japón ha atraído cada vez más atención, y tras mi experiencia personal, descubrí que no solo se trata de una elección de asignación de capital, sino de un cambio en la filosofía de vida.
Como un inversor que ha vivido en Japón, comprendo profundamente la singularidad de la inversión en Japón. La cuenta NISA (Nippon Individual Savings Account) lanzada por el gobierno japonés ha hecho que la inversión sea más accesible. Esta cuenta, que es equivalente a una cuenta de inversión libre de impuestos en Japón, permite que las ganancias obtenidas al invertir en productos financieros dentro de un cierto límite sean completamente libres de impuestos. Esto es, sin duda, una gran noticia para nosotros, los inversores que buscamos la optimización fiscal.
La bolsa japonesa ha tenido un excelente rendimiento este año, especialmente después de la rápida caída de abril, rebotando rápidamente y superando los 40,000 puntos a finales de junio. La lógica detrás de este aumento es bastante simple: una reevaluación del valor de las empresas japonesas en el mercado, junto con ventajas estructurales que impulsan el crecimiento. Cuando el índice Nikkei llegó a tener un PER de 12 veces, era más barato que los principales mercados globales, lo que naturalmente atrajo una gran cantidad de flujos de capital.
La reforma de la gobernanza corporativa en la Bolsa de Tokio también ha sido fundamental, cada vez más empresas están comenzando a aumentar los dividendos y a implementar programas de recompra de acciones, lo que ha permitido a los inversores ver retornos tangibles. La recuperación de la cadena de suministro de la industria tecnológica global ha impulsado aún más el rendimiento de las acciones de semiconductores y equipos de precisión en Japón, lo que ha aumentado la confianza del mercado.
Invertir en Japón no solo es para ganar dinero, sino que también puede ser un atajo para la inmigración. Al establecer una empresa y realizar actividades de gestión empresarial, puedes solicitar una "visa de gestión empresarial", y en el mejor de los casos, obtener derechos de residencia en Japón en un año. Aunque el gobierno ha anunciado que endurecerá los requisitos para esta visa, en el futuro, el requisito de capital para abrir una empresa podría aumentar de 5 millones de yenes a 30 millones de yenes, aún así, en comparación con los programas de inmigración por inversión de muchos países, esto sigue siendo un umbral relativamente bajo.
Por supuesto, las inversiones japonesas también enfrentan desafíos. La incertidumbre en torno a la política de aranceles de Estados Unidos siempre representa un gran riesgo, especialmente para las empresas que dependen de las exportaciones. Los ajustes en la política monetaria del Banco de Japón también podrían cambiar la dirección del mercado.
Desde mi propia experiencia de inversión, invertir en el índice Nikkei 225 puede ser la forma más simple y efectiva en comparación con seguir ciegamente las acciones populares. Cubre las 225 empresas cotizadas de mayor calidad en Japón, representando la columna vertebral de la economía japonesa.
El atractivo de invertir en Japón no solo radica en su potencial económico, sino también en su cultura de inversión única y estilo de vida. Al invertir en Japón, no solo estás comprando una acción o una propiedad, sino que estás participando en un sistema económico que valora el crecimiento sólido y el valor a largo plazo.