Con la existencia de arbitrajistas, el capital también puede salir. De hecho, durante la época de Mirror, la mayoría de las personas que hacían arbitraje eran internos, y era bastante rentable. Ahora, los arbitrajistas se han convertido en entidades institucionales profesionales, lo que representa un gran avance en este aspecto, y su volumen también va a subir, al mismo tiempo que se eliminan los problemas de cumplimiento.