El 18 de julio de 2025, el presidente de EE. UU. firmó la famosa Ley de Moneda Estable Genius, que es la primera regulación significativa en el campo de la regulación de activos digitales en los Estados Unidos. El proyecto de ley fue presentado inicialmente el 4 de febrero por el senador Hagerty y otros, y después de varias rondas de revisiones y consideraciones por ambas cámaras, finalmente fue aprobado, con el objetivo de proporcionar requisitos de cumplimiento unificados y estrictos para el mercado de monedas estables para garantizar un desarrollo saludable del mercado.
El proyecto de ley establece claramente que las monedas estables solo pueden ser emitidas por emisores nacionales autorizados o entidades extranjeras bajo regulaciones equivalentes, y se debe establecer una reserva de activos de alta liquidez de 1:1. Se requiere que los emisores publiquen regularmente informes de auditoría, divulguen el estado de los activos y los detalles operativos, y aseguren que los tenedores tengan derechos de liquidación prioritarios en caso de quiebra.
Las nuevas regulaciones han elevado los umbrales regulatorios, lo que ha llevado a la consolidación del mercado y a la aparición de más empresas cumplidoras. Sin embargo, a medida que las leyes se vuelven más claras, las instituciones cumplidoras pueden operar de manera estable, utilizando activos de bajo riesgo como los bonos del Tesoro de EE. UU. para reservas, promoviendo así el desarrollo de productos innovadores.
La Ley Genius mejora la base de confianza de las monedas estables y reduce los riesgos derivados de la opacidad de los activos. Las divulgaciones y auditorías regulares mejoran la transparencia de las inversiones, lo que ayuda a construir la confianza del consumidor y prevenir el fraude financiero y la pérdida de activos.
Con la implementación de la Ley Genius, el mercado de monedas estables de EE. UU. avanzará hacia la estandarización y el desarrollo a gran escala. Los desafíos incluyen la necesidad de equilibrar una regulación estricta con la eficiencia de la innovación, así como cuestiones como la coordinación regulatoria transfronteriza y las actualizaciones tecnológicas. En general, la Ley inyecta un nuevo impulso en la industria de las monedas estables.