La Ballena y el Pequeño Inversor… ¿Quién Compra Tiempo y Quién Compra Precio?
En el mundo del Trading Spot, la verdadera diferencia entre una ballena y un pequeño inversor no se trata solo del tamaño de su dinero, sino de lo que realmente están comprando.
El pequeño inversor generalmente compra el precio. Ven una moneda a un precio bajo y piensan que es una oportunidad de oro, así que se lanzan, temiendo quedarse fuera. Su enfoque total está en el número frente a ellos, queriendo un beneficio rápido ahora.
La ballena compra tiempo. No les importa tanto el precio en este momento como sí les importa "el panorama general". Esperan el momento adecuado para invertir su dinero — para mover el mercado ellos mismos o para atrapar a los pequeños inversionistas que son sacudidos. Para las ballenas, el tiempo es su arma más poderosa porque saben que el mercado no se mueve rápidamente a menos que los grandes jugadores decidan que debería.
La nueva idea aquí es: el pequeño inversor persigue el precio, mientras que la ballena controla el tiempo.
Por eso, a veces, una ballena puede beneficiarse de la misma operación en la que el pequeño inversor pierde, porque la ballena simplemente compró tiempo, no solo precio.
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La Ballena y el Pequeño Inversor… ¿Quién Compra Tiempo y Quién Compra Precio?
En el mundo del Trading Spot, la verdadera diferencia entre una ballena y un pequeño inversor no se trata solo del tamaño de su dinero, sino de lo que realmente están comprando.
El pequeño inversor generalmente compra el precio. Ven una moneda a un precio bajo y piensan que es una oportunidad de oro, así que se lanzan, temiendo quedarse fuera. Su enfoque total está en el número frente a ellos, queriendo un beneficio rápido ahora.
La ballena compra tiempo. No les importa tanto el precio en este momento como sí les importa "el panorama general". Esperan el momento adecuado para invertir su dinero — para mover el mercado ellos mismos o para atrapar a los pequeños inversionistas que son sacudidos. Para las ballenas, el tiempo es su arma más poderosa porque saben que el mercado no se mueve rápidamente a menos que los grandes jugadores decidan que debería.
La nueva idea aquí es: el pequeño inversor persigue el precio, mientras que la ballena controla el tiempo.
Por eso, a veces, una ballena puede beneficiarse de la misma operación en la que el pequeño inversor pierde, porque la ballena simplemente compró tiempo, no solo precio.