Autor: Colin Crossman, Bitcoin Magazine; Traducción: Wu Zhu, Jinse Caijing
Los legisladores de Nebraska acaban de aprobar el Proyecto de Ley 526 (LB526), aunque la ley no se opone explícitamente a Bitcoin, su impacto podría no ser neutral. La legislatura estatal aprobó el proyecto de ley por una votación unánime de 49 a 0 y lo envió al gobernador Jim Pillen, quien se espera que lo firme como ley. Los partidarios lo llaman una ley de infraestructura de sentido común. Mientras que los mineros de Bitcoin lo describen como una evacuación lenta en proceso.
Los datos en papel de LB526 están dirigidos a grandes usuarios de energía. Pero en realidad, se centran específicamente en aquellas instalaciones de minería de Bitcoin cuya carga eléctrica alcanza o supera 1 megavatio (MW), imponiéndoles múltiples restricciones operativas, las cuales, más que políticas, parecen castigos.
Traslado de costos, humillación pública y racionamiento de energía
El núcleo de la LB526 es una disposición obligatoria: los mineros deben asumir todos los costos de actualización de infraestructura necesarios para satisfacer sus necesidades. Las compañías de servicios públicos tienen derecho a exigir pagos directos o pagos mediante cartas de crédito después de realizar un "estudio de carga". Aunque el proyecto de ley enfatiza verbalmente la "equidad" y la no discriminación, los objetivos son evidentes. Los mineros de Bitcoin son la única industria mencionada explícitamente.
Además, los operadores de minería deben notificar a las empresas de servicios públicos con anticipación, cumplir con sus requisitos de interoperabilidad y, lo más importante, deben aceptar servicios interrumpibles. Esto significa que, cuando la red eléctrica esté bajo presión, los mineros serán los primeros en ser desconectados. ¿La respuesta a la demanda voluntaria, un signo de la postura amigable de la minería de Bitcoin hacia la red eléctrica? Será reemplazada por cortes de energía obligatorios y decisiones tomadas por las empresas de servicios públicos.
Lo más importante es: divulgar públicamente el consumo de energía. Las empresas de servicios públicos deben publicar el uso de energía anual de cada operación de minería. No hay tales requisitos para otras industrias que consumen muchos datos: ni para la computación en la nube, ni para los clústeres de inteligencia artificial, ni para los centros de datos de Amazon. Solo en la industria del bitcoin no existe. Esto no es solo vigilancia, sino también una señal.
Impuestos no recaudados y costos residuales
Es digno de elogio que el órgano legislativo haya abandonado una cláusula anterior que originalmente pretendía imponer un impuesto de 2.5 centavos por kilovatio-hora a la industria minera. Este impuesto punitivo se sumaría a la tasa impositiva industrial típica en un 50%. Este impuesto sería considerado una declaración pública de hostilidad. Su eliminación es necesaria, pero no es suficiente.
Porque en el proyecto de ley LB526 queda un factor disuasorio menos evidente pero igualmente poderoso: la incertidumbre. Las ganancias de la minería ya son muy escasas, y buscan jurisdicciones donde los costos de electricidad sean predecibles y las reglas claras. Sin embargo, Nebraska ofrece tarifas de infraestructura, limitaciones de electricidad a discreción y un enfoque regulatorio.
Reacción del mercado: advertencias de la industria minera
Los líderes de la industria no han permanecido en silencio. Marathon Digital Holdings, una de las mayores empresas de minería que cotizan en bolsa, testificó que ha invertido casi 200 millones de dólares en Nebraska y ha pagado más de 6.5 millones de dólares en impuestos. La empresa advirtió que si se aprueba el proyecto de ley LB526, podría cancelarse una expansión adicional.
El mensaje que transmiten es muy claro: Nebraska siempre ha sido una jurisdicción que apoya el desarrollo minero y el crecimiento económico. Pero la ley LB526 ha enviado una señal: los mineros no son bienvenidos, o en el mejor de los casos, son ciudadanos de segunda clase en la economía energética. Como dijo un ejecutivo: "Si las mismas reglas no se aplican a otras industrias intensivas en energía, entonces no se trata de infraestructura, sino de discriminación."
Otros advierten que la restricción forzada de electricidad reemplazará la colaboración en el servicio de la red eléctrica. Los mineros de Bitcoin pueden y de hecho proporcionan servicios de reducción de carga en tiempo real, estabilizando la red eléctrica durante períodos de alta demanda. Sin embargo, esta propuesta de valor solo es efectiva cuando aparecen señales de mercado. El proyecto de ley LB526 lo convierte en una carga.
Política, energía y servicios públicos
El promotor del proyecto de ley, el senador Mike Jacobson, insiste en que el proyecto de ley LB526 no tiene relación con Bitcoin. "Esto tiene que ver con el consumo de electricidad", dijo. Pero esto es difícil de conciliar con un proyecto de ley que está dirigido a un grupo específico de usuarios.
Jacobson utiliza a Kearney como ejemplo, donde la mitad de la electricidad de la ciudad se destina a una mina. Sin embargo, la legislatura no lo ve como una oportunidad, es decir, un cliente industrial programable dispuesto a aumentar o disminuir su escala según la demanda de la red, sino que elige evitar riesgos y concentrarse en la planificación.
Y en el modelo de electricidad pública de Nebraska, este punto es crucial. Dado que todas las utilidades son públicas, la postura regulatoria del estado no es opcional, sino que se trata de vida o muerte. No hay competencia minorista aquí. Si el departamento de electricidad de Nebraska comienza a ver a los mineros de Bitcoin como "free riders" no confiables, en lugar de socios voluntarios, entonces los mineros no tendrán otra opción que retirarse.
Actualmente, el proyecto de ley LB526 solo está a la espera de la firma del gobernador. Dado que LB526 fue presentado a solicitud del gobernador, es muy probable que se firme. Una vez promulgado, entrará en vigor el 1 de octubre de 2025. Antes de eso, los mineros deben tomar una decisión: adaptarse, trasladarse o rendirse.
Estados como Texas, Wyoming y Dakota del Norte han tomado la dirección opuesta, ofreciendo claridad fiscal, integración de la red y protección legal. Nebraska solía estar a la vanguardia, pero ahora podría estar desapareciendo gradualmente de la vista de las personas.
La minería de Bitcoin no necesita limosnas, pero definitivamente requiere un estatus equitativo. LB526 impone costos, limita la flexibilidad y genera desconfianza. Si el objetivo es equilibrar la innovación con la infraestructura, entonces la ejecución es muy diferente.
Porque cuando una industria lleva una carga pesada y otras industrias están exentas de dicha carga, cuando la cooperación voluntaria es reemplazada por requisitos obligatorios, y cuando los datos operativos se hacen públicos sin razón alguna, no es difícil entender por qué los mineros consideran que LB526 no es regulación, sino represalia.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
Nueva regulación en Nebraska: ¿garantía de infraestructura o una forma encubierta de arresto domiciliario?
Autor: Colin Crossman, Bitcoin Magazine; Traducción: Wu Zhu, Jinse Caijing
Los legisladores de Nebraska acaban de aprobar el Proyecto de Ley 526 (LB526), aunque la ley no se opone explícitamente a Bitcoin, su impacto podría no ser neutral. La legislatura estatal aprobó el proyecto de ley por una votación unánime de 49 a 0 y lo envió al gobernador Jim Pillen, quien se espera que lo firme como ley. Los partidarios lo llaman una ley de infraestructura de sentido común. Mientras que los mineros de Bitcoin lo describen como una evacuación lenta en proceso.
Los datos en papel de LB526 están dirigidos a grandes usuarios de energía. Pero en realidad, se centran específicamente en aquellas instalaciones de minería de Bitcoin cuya carga eléctrica alcanza o supera 1 megavatio (MW), imponiéndoles múltiples restricciones operativas, las cuales, más que políticas, parecen castigos.
Traslado de costos, humillación pública y racionamiento de energía
El núcleo de la LB526 es una disposición obligatoria: los mineros deben asumir todos los costos de actualización de infraestructura necesarios para satisfacer sus necesidades. Las compañías de servicios públicos tienen derecho a exigir pagos directos o pagos mediante cartas de crédito después de realizar un "estudio de carga". Aunque el proyecto de ley enfatiza verbalmente la "equidad" y la no discriminación, los objetivos son evidentes. Los mineros de Bitcoin son la única industria mencionada explícitamente.
Además, los operadores de minería deben notificar a las empresas de servicios públicos con anticipación, cumplir con sus requisitos de interoperabilidad y, lo más importante, deben aceptar servicios interrumpibles. Esto significa que, cuando la red eléctrica esté bajo presión, los mineros serán los primeros en ser desconectados. ¿La respuesta a la demanda voluntaria, un signo de la postura amigable de la minería de Bitcoin hacia la red eléctrica? Será reemplazada por cortes de energía obligatorios y decisiones tomadas por las empresas de servicios públicos.
Lo más importante es: divulgar públicamente el consumo de energía. Las empresas de servicios públicos deben publicar el uso de energía anual de cada operación de minería. No hay tales requisitos para otras industrias que consumen muchos datos: ni para la computación en la nube, ni para los clústeres de inteligencia artificial, ni para los centros de datos de Amazon. Solo en la industria del bitcoin no existe. Esto no es solo vigilancia, sino también una señal.
Impuestos no recaudados y costos residuales
Es digno de elogio que el órgano legislativo haya abandonado una cláusula anterior que originalmente pretendía imponer un impuesto de 2.5 centavos por kilovatio-hora a la industria minera. Este impuesto punitivo se sumaría a la tasa impositiva industrial típica en un 50%. Este impuesto sería considerado una declaración pública de hostilidad. Su eliminación es necesaria, pero no es suficiente.
Porque en el proyecto de ley LB526 queda un factor disuasorio menos evidente pero igualmente poderoso: la incertidumbre. Las ganancias de la minería ya son muy escasas, y buscan jurisdicciones donde los costos de electricidad sean predecibles y las reglas claras. Sin embargo, Nebraska ofrece tarifas de infraestructura, limitaciones de electricidad a discreción y un enfoque regulatorio.
Reacción del mercado: advertencias de la industria minera
Los líderes de la industria no han permanecido en silencio. Marathon Digital Holdings, una de las mayores empresas de minería que cotizan en bolsa, testificó que ha invertido casi 200 millones de dólares en Nebraska y ha pagado más de 6.5 millones de dólares en impuestos. La empresa advirtió que si se aprueba el proyecto de ley LB526, podría cancelarse una expansión adicional.
El mensaje que transmiten es muy claro: Nebraska siempre ha sido una jurisdicción que apoya el desarrollo minero y el crecimiento económico. Pero la ley LB526 ha enviado una señal: los mineros no son bienvenidos, o en el mejor de los casos, son ciudadanos de segunda clase en la economía energética. Como dijo un ejecutivo: "Si las mismas reglas no se aplican a otras industrias intensivas en energía, entonces no se trata de infraestructura, sino de discriminación."
Otros advierten que la restricción forzada de electricidad reemplazará la colaboración en el servicio de la red eléctrica. Los mineros de Bitcoin pueden y de hecho proporcionan servicios de reducción de carga en tiempo real, estabilizando la red eléctrica durante períodos de alta demanda. Sin embargo, esta propuesta de valor solo es efectiva cuando aparecen señales de mercado. El proyecto de ley LB526 lo convierte en una carga.
Política, energía y servicios públicos
El promotor del proyecto de ley, el senador Mike Jacobson, insiste en que el proyecto de ley LB526 no tiene relación con Bitcoin. "Esto tiene que ver con el consumo de electricidad", dijo. Pero esto es difícil de conciliar con un proyecto de ley que está dirigido a un grupo específico de usuarios.
Jacobson utiliza a Kearney como ejemplo, donde la mitad de la electricidad de la ciudad se destina a una mina. Sin embargo, la legislatura no lo ve como una oportunidad, es decir, un cliente industrial programable dispuesto a aumentar o disminuir su escala según la demanda de la red, sino que elige evitar riesgos y concentrarse en la planificación.
Y en el modelo de electricidad pública de Nebraska, este punto es crucial. Dado que todas las utilidades son públicas, la postura regulatoria del estado no es opcional, sino que se trata de vida o muerte. No hay competencia minorista aquí. Si el departamento de electricidad de Nebraska comienza a ver a los mineros de Bitcoin como "free riders" no confiables, en lugar de socios voluntarios, entonces los mineros no tendrán otra opción que retirarse.
Actualmente, el proyecto de ley LB526 solo está a la espera de la firma del gobernador. Dado que LB526 fue presentado a solicitud del gobernador, es muy probable que se firme. Una vez promulgado, entrará en vigor el 1 de octubre de 2025. Antes de eso, los mineros deben tomar una decisión: adaptarse, trasladarse o rendirse.
Estados como Texas, Wyoming y Dakota del Norte han tomado la dirección opuesta, ofreciendo claridad fiscal, integración de la red y protección legal. Nebraska solía estar a la vanguardia, pero ahora podría estar desapareciendo gradualmente de la vista de las personas.
La minería de Bitcoin no necesita limosnas, pero definitivamente requiere un estatus equitativo. LB526 impone costos, limita la flexibilidad y genera desconfianza. Si el objetivo es equilibrar la innovación con la infraestructura, entonces la ejecución es muy diferente.
Porque cuando una industria lleva una carga pesada y otras industrias están exentas de dicha carga, cuando la cooperación voluntaria es reemplazada por requisitos obligatorios, y cuando los datos operativos se hacen públicos sin razón alguna, no es difícil entender por qué los mineros consideran que LB526 no es regulación, sino represalia.