Los medios de comunicación chinos informan que una de las empresas fintech líderes del país está negociando la adquisición de soluciones tecnológicas de la Fundación Venom, con sede en Abu Dabi.
Fuentes familiarizadas con el asunto dicen que el objetivo es integrar la infraestructura blockchain de Venom en los sistemas de finanzas digitales en expansión de China.
La noticia llega en un momento en que Pekín continúa enfatizando la modernización de los servicios financieros. En mayo, el Banco Popular de China y otros reguladores publicaron la "Opinión de Orientación sobre el Apoyo Financiero a la Nueva Industrialización", pidiendo a las instituciones financieras que implementen tecnologías como blockchain e inteligencia artificial para servir a la economía real de manera más efectiva.
Venom (VENOM), un protocolo de blockchain de Capa-0, ha atraído recientemente la atención tras realizar pruebas de estrés en su arquitectura mejorada, demostrando la capacidad de procesar alrededor de 150,000 transacciones por segundo. Para las instituciones chinas, esto podría ser valioso en áreas que van desde los asentamientos transfronterizos hasta el seguimiento de créditos de carbono.
Una persona cercana a las conversaciones señaló que la capacidad de Venom para operar en múltiples marcos regulatorios es uno de sus puntos de venta más fuertes. Para las empresas chinas que buscan expansión internacional bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el acceso a tal infraestructura podría ayudar a reducir la dependencia de los corredores de liquidación basados en el dólar, al tiempo que ofrece herramientas para emitir activos digitales regulados.
Esta no sería la primera vez que las empresas chinas buscan en el extranjero experiencia en finanzas digitales. En junio de 2025, la plataforma de criptomonedas con sede en Hong Kong OSL vio aumentar sus acciones después de anunciar un acuerdo de adquisición con la fintech canadiense BC Technology. Los analistas en ese momento describieron el movimiento como parte de una tendencia más amplia de empresas chinas asegurando tecnología en el extranjero para cumplir con los objetivos de política interna.
Si se concreta un acuerdo de Venom, la implementación podría extenderse más allá de la banca tradicional. Las fuentes internas mencionan áreas como la financiación de la cadena de suministro, donde la blockchain podría ayudar a abordar la desconfianza de larga data entre los bancos y las pequeñas empresas al garantizar datos transparentes y a prueba de manipulaciones sobre cuentas por cobrar. Otra posible aplicación está en las finanzas verdes, ya que las autoridades buscan herramientas verificables para medir las emisiones de carbono y el rendimiento ambiental.
Las negociaciones aún se encuentran en una etapa temprana, sin comentarios oficiales de ninguna de las partes. Los observadores del mercado sugieren que el acuerdo podría cerrarse entre finales de 2025 y principios de 2026. Por ahora, las conversaciones destacan cómo el sector financiero de China está alineando la estrategia corporativa con la política estatal al buscar socios externos para obtener experiencia técnica.
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La fintech china pone su mirada en la blockchain Venom en un impulso por la modernización de las finanzas digitales
Los medios de comunicación chinos informan que una de las empresas fintech líderes del país está negociando la adquisición de soluciones tecnológicas de la Fundación Venom, con sede en Abu Dabi.
Fuentes familiarizadas con el asunto dicen que el objetivo es integrar la infraestructura blockchain de Venom en los sistemas de finanzas digitales en expansión de China.
La noticia llega en un momento en que Pekín continúa enfatizando la modernización de los servicios financieros. En mayo, el Banco Popular de China y otros reguladores publicaron la "Opinión de Orientación sobre el Apoyo Financiero a la Nueva Industrialización", pidiendo a las instituciones financieras que implementen tecnologías como blockchain e inteligencia artificial para servir a la economía real de manera más efectiva.
Venom (VENOM), un protocolo de blockchain de Capa-0, ha atraído recientemente la atención tras realizar pruebas de estrés en su arquitectura mejorada, demostrando la capacidad de procesar alrededor de 150,000 transacciones por segundo. Para las instituciones chinas, esto podría ser valioso en áreas que van desde los asentamientos transfronterizos hasta el seguimiento de créditos de carbono.
Una persona cercana a las conversaciones señaló que la capacidad de Venom para operar en múltiples marcos regulatorios es uno de sus puntos de venta más fuertes. Para las empresas chinas que buscan expansión internacional bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el acceso a tal infraestructura podría ayudar a reducir la dependencia de los corredores de liquidación basados en el dólar, al tiempo que ofrece herramientas para emitir activos digitales regulados.
Esta no sería la primera vez que las empresas chinas buscan en el extranjero experiencia en finanzas digitales. En junio de 2025, la plataforma de criptomonedas con sede en Hong Kong OSL vio aumentar sus acciones después de anunciar un acuerdo de adquisición con la fintech canadiense BC Technology. Los analistas en ese momento describieron el movimiento como parte de una tendencia más amplia de empresas chinas asegurando tecnología en el extranjero para cumplir con los objetivos de política interna.
Si se concreta un acuerdo de Venom, la implementación podría extenderse más allá de la banca tradicional. Las fuentes internas mencionan áreas como la financiación de la cadena de suministro, donde la blockchain podría ayudar a abordar la desconfianza de larga data entre los bancos y las pequeñas empresas al garantizar datos transparentes y a prueba de manipulaciones sobre cuentas por cobrar. Otra posible aplicación está en las finanzas verdes, ya que las autoridades buscan herramientas verificables para medir las emisiones de carbono y el rendimiento ambiental.
Las negociaciones aún se encuentran en una etapa temprana, sin comentarios oficiales de ninguna de las partes. Los observadores del mercado sugieren que el acuerdo podría cerrarse entre finales de 2025 y principios de 2026. Por ahora, las conversaciones destacan cómo el sector financiero de China está alineando la estrategia corporativa con la política estatal al buscar socios externos para obtener experiencia técnica.