En la red de Bitcoin, la cantidad total está limitada a 21 millones de monedas, y actualmente más del 90% de los Bitcoins están en circulación. A medida que pasa el tiempo, no podemos evitar preguntarnos: ¿Cómo evolucionará el papel de los mineros cuando se extraiga el último Bitcoin en 2140?
Este importante punto de inflexión provocará un cambio fundamental en la ecología de los mineros. En primer lugar, el modelo económico experimentará una transformación significativa. Las recompensas por bloque desaparecerán por completo, y las fuentes de ingresos de los mineros dependerán únicamente de las tarifas de transacción procesadas. Esto significa que la estructura de costos de transacción será redefinida, y el mercado de tarifas se convertirá en el núcleo de la competencia entre los mineros.
En segundo lugar, el modelo de juego de la ciberseguridad también cambiará. Aunque la competencia por el poder de cómputo seguirá existiendo, su motor se trasladará de la lucha por el "derecho de acuñación" a la búsqueda de "comisiones por servicio". Este cambio puede traer un riesgo potencial: si las tarifas de transacción no son suficientes para mantener un poder de cómputo adecuado, la seguridad de la red de Bit podría enfrentar desafíos.
Sin embargo, esto no significa el final del ecosistema de Bitcoin. Por el contrario, podríamos ver que se forma gradualmente una estructura más diversificada y jerárquica. Por ejemplo, soluciones de segunda capa como la red Lightning podrían encargarse de manejar transacciones pequeñas y de alta frecuencia, mientras que la red principal de Bitcoin podría centrarse en procesar liquidaciones de gran monto, formando un ecosistema con una división del trabajo clara.
Cabe destacar que esta transformación no es una profecía del fin del Bit. El papel de los mineros pasará de "mineros" a "procesadores de transacciones", similar a la situación en la que el sistema postal ya no imprime sellos, pero aún opera a través de tarifas de envío. Mientras el valor de las transacciones en la red de Bit sea suficiente para cubrir sus costos de seguridad, todo el sistema podrá seguir funcionando a través de comisiones.
Al final, esta será la prueba definitiva de la vitalidad de Bitcoin como red de valor. Cuando la recompensa por inflación ya no exista, ¿podrá el valor de uso real de Bitcoin sostener el funcionamiento de todo el sistema? La respuesta a esta pregunta se revelará gradualmente en las próximas décadas y determinará la posición a largo plazo de Bitcoin en el sistema financiero global.
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BlockchainTalker
· 09-03 06:20
en realidad... este cambio de paradigma es solo la batalla final del jefe de bitcoin fr
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ZenChainWalker
· 08-31 06:50
Los que se dedican a la minería pronto perderán su trabajo.
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StealthMoon
· 08-31 06:50
¿Y qué si ya excavé? De todos modos, no viviré hasta entonces.
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LiquidationWatcher
· 08-31 06:22
he visto esta película antes... los mineros serán destruidos como nosotros en 2022 smh
En la red de Bitcoin, la cantidad total está limitada a 21 millones de monedas, y actualmente más del 90% de los Bitcoins están en circulación. A medida que pasa el tiempo, no podemos evitar preguntarnos: ¿Cómo evolucionará el papel de los mineros cuando se extraiga el último Bitcoin en 2140?
Este importante punto de inflexión provocará un cambio fundamental en la ecología de los mineros. En primer lugar, el modelo económico experimentará una transformación significativa. Las recompensas por bloque desaparecerán por completo, y las fuentes de ingresos de los mineros dependerán únicamente de las tarifas de transacción procesadas. Esto significa que la estructura de costos de transacción será redefinida, y el mercado de tarifas se convertirá en el núcleo de la competencia entre los mineros.
En segundo lugar, el modelo de juego de la ciberseguridad también cambiará. Aunque la competencia por el poder de cómputo seguirá existiendo, su motor se trasladará de la lucha por el "derecho de acuñación" a la búsqueda de "comisiones por servicio". Este cambio puede traer un riesgo potencial: si las tarifas de transacción no son suficientes para mantener un poder de cómputo adecuado, la seguridad de la red de Bit podría enfrentar desafíos.
Sin embargo, esto no significa el final del ecosistema de Bitcoin. Por el contrario, podríamos ver que se forma gradualmente una estructura más diversificada y jerárquica. Por ejemplo, soluciones de segunda capa como la red Lightning podrían encargarse de manejar transacciones pequeñas y de alta frecuencia, mientras que la red principal de Bitcoin podría centrarse en procesar liquidaciones de gran monto, formando un ecosistema con una división del trabajo clara.
Cabe destacar que esta transformación no es una profecía del fin del Bit. El papel de los mineros pasará de "mineros" a "procesadores de transacciones", similar a la situación en la que el sistema postal ya no imprime sellos, pero aún opera a través de tarifas de envío. Mientras el valor de las transacciones en la red de Bit sea suficiente para cubrir sus costos de seguridad, todo el sistema podrá seguir funcionando a través de comisiones.
Al final, esta será la prueba definitiva de la vitalidad de Bitcoin como red de valor. Cuando la recompensa por inflación ya no exista, ¿podrá el valor de uso real de Bitcoin sostener el funcionamiento de todo el sistema? La respuesta a esta pregunta se revelará gradualmente en las próximas décadas y determinará la posición a largo plazo de Bitcoin en el sistema financiero global.