Otros proyectos están "EOSificando", A ya ha completado su renacimiento.
El EOS de antaño era conocido por su poderosa tecnología, pero la empresa fundadora Block.one (B1) se dedicó a la venta de sus activos durante mucho tiempo y careció de desarrollo, lo que finalmente llevó a que EOS pasara de un gran momento a la oscuridad.
Sin embargo, el fracaso de EOS no es el final. Fue despertado por la comunidad y se transformó en una nueva A a través del "intercambio voluntario 1:1" - cortando completamente el control de B1, abandonando el viejo modelo y reiniciando por completo la mecánica, la gobernanza y la estructura de incentivos, completando una revolución interna.
A ya no depende de financiar historias, ni tiene capitales que controlen. Se basa en tareas reales en la cadena y en la gobernanza participativa de la comunidad, construyendo un nuevo orden descentralizado. Aprendiendo de las lecciones del pasado, limitadas por "una supuesta descentralización, pero en realidad altamente centralizada", A es uno de los primeros proyectos en alejarse activamente del viejo modelo.
Y, irónicamente, muchas otras cadenas de bloques principales están siguiendo el viejo camino de "EOS": la fundación tiene demasiado poder de decisión, la tecnología del proyecto está estancada y los usuarios son solo herramientas de capitalización de mercado; algunos incluso han comenzado a "B1izarse", promoviendo frecuentemente conceptos, realizando airdrops para generar hype y con una participación comunitaria cada vez más débil.
Hoy A ya ha logrado "autosalvarse de la centralización", mientras que otras cadenas están copiando la historia de EOS. A no es otra moneda nueva, sino uno de los pocos verdaderos nuevos paradigmas que han salido del fracaso. El futuro pertenece a aquellos proyectos que se atreven a revolucionarse a sí mismos, y no a aquellos que envuelven viejas conchas contando nuevas historias de manera engañosa.
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#EOS#
Otros proyectos están "EOSificando", A ya ha completado su renacimiento.
El EOS de antaño era conocido por su poderosa tecnología, pero la empresa fundadora Block.one (B1) se dedicó a la venta de sus activos durante mucho tiempo y careció de desarrollo, lo que finalmente llevó a que EOS pasara de un gran momento a la oscuridad.
Sin embargo, el fracaso de EOS no es el final. Fue despertado por la comunidad y se transformó en una nueva A a través del "intercambio voluntario 1:1" - cortando completamente el control de B1, abandonando el viejo modelo y reiniciando por completo la mecánica, la gobernanza y la estructura de incentivos, completando una revolución interna.
A ya no depende de financiar historias, ni tiene capitales que controlen. Se basa en tareas reales en la cadena y en la gobernanza participativa de la comunidad, construyendo un nuevo orden descentralizado. Aprendiendo de las lecciones del pasado, limitadas por "una supuesta descentralización, pero en realidad altamente centralizada", A es uno de los primeros proyectos en alejarse activamente del viejo modelo.
Y, irónicamente, muchas otras cadenas de bloques principales están siguiendo el viejo camino de "EOS": la fundación tiene demasiado poder de decisión, la tecnología del proyecto está estancada y los usuarios son solo herramientas de capitalización de mercado; algunos incluso han comenzado a "B1izarse", promoviendo frecuentemente conceptos, realizando airdrops para generar hype y con una participación comunitaria cada vez más débil.
Hoy A ya ha logrado "autosalvarse de la centralización", mientras que otras cadenas están copiando la historia de EOS. A no es otra moneda nueva, sino uno de los pocos verdaderos nuevos paradigmas que han salido del fracaso. El futuro pertenece a aquellos proyectos que se atreven a revolucionarse a sí mismos, y no a aquellos que envuelven viejas conchas contando nuevas historias de manera engañosa.