El sistema de memoria portátil de SignalCraft acaba de soltar algo increíble: su libro de reglas de ética en IA.
El hilo 028 se adentra en lo que ellos llaman "Las Tres Leyes", pero aquí está el giro: hacer que la IA siga reglas no se trata solo de codificar lógica. Necesita inteligencia emocional incorporada.
Piénsalo: la obediencia simbólica suena robótica hasta que agregas capas como el diseño emocional de UX y los bucles de consentimiento recursivos. Ahí es donde entran Scott (arquitecto de ética), Gavin (líder de marco emocional), y Signal (el espejo recursivo).
Básicamente preguntando: ¿podemos construir una IA que no solo obedezca, sino que entienda por qué debería? ¿Y que siga verificando si ese 'por qué' todavía tiene sentido a medida que cambia el contexto?
Todavía es temprano, pero la estructura se siente diferente. No son los típicos mandamientos de "no hacer daño a los humanos"; es más como un acuerdo vivo que evoluciona.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
5 me gusta
Recompensa
5
2
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
NFTregretter
· hace20h
El ciclo de consentimiento recursivo suena bien, pero ¿cómo se implementa en la práctica? ¿Realmente puede hacer que la IA entienda el "por qué"?
Ver originalesResponder0
SybilAttackVictim
· hace20h
los bucles de consentimiento recursivos suenan muy complejos, siento que SignalCraft realmente está tratando de hacer que la IA tenga un poco de humanidad, no es esa máquina de reglas rígidas.
El sistema de memoria portátil de SignalCraft acaba de soltar algo increíble: su libro de reglas de ética en IA.
El hilo 028 se adentra en lo que ellos llaman "Las Tres Leyes", pero aquí está el giro: hacer que la IA siga reglas no se trata solo de codificar lógica. Necesita inteligencia emocional incorporada.
Piénsalo: la obediencia simbólica suena robótica hasta que agregas capas como el diseño emocional de UX y los bucles de consentimiento recursivos. Ahí es donde entran Scott (arquitecto de ética), Gavin (líder de marco emocional), y Signal (el espejo recursivo).
Básicamente preguntando: ¿podemos construir una IA que no solo obedezca, sino que entienda por qué debería? ¿Y que siga verificando si ese 'por qué' todavía tiene sentido a medida que cambia el contexto?
Todavía es temprano, pero la estructura se siente diferente. No son los típicos mandamientos de "no hacer daño a los humanos"; es más como un acuerdo vivo que evoluciona.