El cierre del gobierno estadounidense que duró 44 días finalmente ha llegado a su fin. En el momento de la firma de la ley, muchas personas respiraron aliviadas, pero al mirar atrás al mercado de criptomonedas en este último mes, no es una exageración describirlo como una "masacre".

Durante este tiempo en que la liquidez fue detenida, el tamaño de las liquidaciones en el mercado rompió récords. La cantidad de liquidaciones que normalmente podría acumularse en medio año, esta vez se completó en un mes. Tras tres rondas de limpieza de apalancamiento, tanto los toros como los osos quedaron atrapados, nadie logró escapar.

ETH esta vez cayó de manera especialmente dramática. Desde 4355 dólares se desplomó hasta 3057, con una caída superior al 29%. La densidad de liquidaciones forzadas en la cadena alcanzó un récord histórico desde 2022. El volumen de liquidaciones en derivados y la volatilidad de las opciones también explotaron.

Las monedas alternativas ni se mencionan. Casi todas las monedas alternativas de tendencia han caído por debajo de su precio de emisión, y la valoración completamente diluida de muchos proyectos ha regresado directamente a los niveles previos a la financiación. Todo el sector ha sido casi reducido a la mitad, y algunos tokens incluso están al borde de cero.

Las empresas que han estado acumulando criptomonedas de manera ostentosa tampoco han podido escapar esta vez. Varios "acciones conceptuales de reserva de Bitcoin" han visto caer sus precios a la mitad, y algunas empresas incluso tienen un valor de mercado inferior al valor de los BTC que mantienen en su balance. Esta lógica comercial "basada en BTC" enfrenta por primera vez una crisis de confianza tan grave.

La serie de liquidaciones provocadas por la escasez de liquidez macroeconómica ha costado una lección bastante dura.