Hablemos del tema de los tokens comunitarios.

Hay un fenómeno bastante interesante: los proyectos con suficientes usuarios reales, incluso si el mecanismo del token es más o menos diseñado, aún pueden sobrevivir. Con el tiempo, a menudo los resultados no son malos. $osk es un ejemplo típico: el ambiente de la comunidad sostiene todo, la confianza se va acumulando lentamente y, en lugar de seguir un camino convencional, han encontrado su propia vía.

Pero al revés, esto puede ser problemático. Por muy ingenioso que sea el diseño del mecanismo, si nadie participa, básicamente es solo autocomplacencia. La dificultad de $yfi , que es un proyecto técnico, radica en esto: por muy perfecto que sea el modelo, si no puede arrancar, todo queda en nada.

En definitiva, el núcleo de la economía de tokens sigue siendo primero reunir a las personas. Con una comunidad activa, el mecanismo puede ir mejorando poco a poco; si no hay gente, incluso el mejor diseño es solo teoría en papel.