Hoy en los mercados de Asia-Pacífico, la situación ha sido como una montaña rusa.
Por la mañana, la apertura fue bastante animada: los índices en Corea subieron casi un 3%, y la bolsa japonesa también subió más de un 1%. Pero en poco tiempo, esas ganancias se esfumaron como un globo desinflándose, y comenzaron a caer rápidamente. El A50, las acciones de Hong Kong y las A-shares se volvieron rojas en línea general, y el índice de innovación (创业板) que había subido casi un 1% en la apertura, se dio la vuelta y cayó más de un 1%.
Esta fuerte volatilidad tiene detrás tres grandes variables:
**El dólar estadounidense ha vuelto a hacer movimientos.** Los operadores se están preparando para una mayor volatilidad del dólar, y el coste de los contratos de opciones a un mes ya ha subido a su nivel más alto en una semana. Cuando el dólar se fortalece, los activos de riesgo sufren, y esta regla se ha comprobado una y otra vez.
**Luego está esa ex presidenta que ha lanzado una nueva jugada.** Propone repartir 2000 dólares en dividendos a cada estadounidense mediante ingresos arancelarios. Suena bien, pero esta estrategia es muy similar a los cheques de estímulo durante la pandemia. El mercado teme que esto pueda causar sobrecalentamiento económico y una rebote en la inflación.
**Las instituciones nacionales también están ajustando sus carteras y estilos de inversión.** Este movimiento de fondos por sí solo puede intensificar la volatilidad del mercado.
Pero los grandes bancos de Wall Street, como Morgan Stanley, están bastante tranquilos. Siguen manteniendo una visión optimista sobre las acciones estadounidenses, creyendo que las ganancias corporativas son lo suficientemente fuertes como para impulsar el mercado hacia arriba hasta 2026. ¿Y las tasas de interés y la incertidumbre política actuales? Para ellos, solo son pequeñas olas pasajeras a corto plazo.
**Además, hay un episodio en la escena internacional que merece atención:**
El 10 de noviembre, hora local, el Secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, anunció que el 9 de noviembre, el ejército estadounidense atacó dos barcos en el Pacífico Oriental que supuestamente transportaban drogas, causando la muerte de 6 personas. Se dice que esta operación fue ordenada por el presidente. Los barcos hundidos fueron considerados por EE. UU. como pertenecientes a "organizaciones terroristas".
Los analistas interpretan esto de manera más directa: aunque EE. UU. dice que es una "guerra contra las drogas", en realidad, sus acciones y políticas parecen más una presión extrema contra el régimen de Venezuela. Algunos medios estadounidenses lo han señalado claramente: las fuerzas militares en el Caribe, que en apariencia luchan contra el narcotráfico, en realidad buscan derrocar al gobierno venezolano.
Estas variables entrelazadas hacen que sea difícil que los mercados no experimenten volatilidad. Para los inversores en criptomonedas, estas turbulencias en los mercados tradicionales eventualmente se transmitirán, así que mejor estar atentos y precavidos.
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SolidityStruggler
· 11-11 13:55
Otra vez jugando con valores en el aire
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YieldFarmRefugee
· 11-11 13:53
Vaya, otra vez un montón de tontos.
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BoredWatcher
· 11-11 13:44
Espera a que suba o baje, mejor vuelve a casa y cultiva la tierra.
Hoy en los mercados de Asia-Pacífico, la situación ha sido como una montaña rusa.
Por la mañana, la apertura fue bastante animada: los índices en Corea subieron casi un 3%, y la bolsa japonesa también subió más de un 1%. Pero en poco tiempo, esas ganancias se esfumaron como un globo desinflándose, y comenzaron a caer rápidamente. El A50, las acciones de Hong Kong y las A-shares se volvieron rojas en línea general, y el índice de innovación (创业板) que había subido casi un 1% en la apertura, se dio la vuelta y cayó más de un 1%.
Esta fuerte volatilidad tiene detrás tres grandes variables:
**El dólar estadounidense ha vuelto a hacer movimientos.** Los operadores se están preparando para una mayor volatilidad del dólar, y el coste de los contratos de opciones a un mes ya ha subido a su nivel más alto en una semana. Cuando el dólar se fortalece, los activos de riesgo sufren, y esta regla se ha comprobado una y otra vez.
**Luego está esa ex presidenta que ha lanzado una nueva jugada.** Propone repartir 2000 dólares en dividendos a cada estadounidense mediante ingresos arancelarios. Suena bien, pero esta estrategia es muy similar a los cheques de estímulo durante la pandemia. El mercado teme que esto pueda causar sobrecalentamiento económico y una rebote en la inflación.
**Las instituciones nacionales también están ajustando sus carteras y estilos de inversión.** Este movimiento de fondos por sí solo puede intensificar la volatilidad del mercado.
Pero los grandes bancos de Wall Street, como Morgan Stanley, están bastante tranquilos. Siguen manteniendo una visión optimista sobre las acciones estadounidenses, creyendo que las ganancias corporativas son lo suficientemente fuertes como para impulsar el mercado hacia arriba hasta 2026. ¿Y las tasas de interés y la incertidumbre política actuales? Para ellos, solo son pequeñas olas pasajeras a corto plazo.
**Además, hay un episodio en la escena internacional que merece atención:**
El 10 de noviembre, hora local, el Secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, anunció que el 9 de noviembre, el ejército estadounidense atacó dos barcos en el Pacífico Oriental que supuestamente transportaban drogas, causando la muerte de 6 personas. Se dice que esta operación fue ordenada por el presidente. Los barcos hundidos fueron considerados por EE. UU. como pertenecientes a "organizaciones terroristas".
Los analistas interpretan esto de manera más directa: aunque EE. UU. dice que es una "guerra contra las drogas", en realidad, sus acciones y políticas parecen más una presión extrema contra el régimen de Venezuela. Algunos medios estadounidenses lo han señalado claramente: las fuerzas militares en el Caribe, que en apariencia luchan contra el narcotráfico, en realidad buscan derrocar al gobierno venezolano.
Estas variables entrelazadas hacen que sea difícil que los mercados no experimenten volatilidad. Para los inversores en criptomonedas, estas turbulencias en los mercados tradicionales eventualmente se transmitirán, así que mejor estar atentos y precavidos.