¿Alguna vez te has preguntado por qué desarrollar en Web3 se siente como sacar muelas? Aquí está la realidad que nadie menciona.

Web2 nos malcrió. Abre VS Code, elige tu framework, despliega en minutos. Limpio. Suave. Cero fricción.

¿Desarrollo de criptomonedas? Un animal completamente diferente. Herramientas fragmentadas. Flujos de trabajo torpes. Estás luchando con contratos inteligentes, navegando por una docena de estándares incompatibles, depurando lógica en cadena que hace que las trazas de pila tradicionales parezcan elegantes.

La brecha de infraestructura es real. Mientras los desarrolladores de Web2 iteran a una velocidad vertiginosa, los constructores de blockchain todavía están ensamblando su entorno de desarrollo a partir de piezas dispersas.

Seguimos gritando sobre la adopción masiva, pero la experiencia del desarrollador no ha avanzado. Hasta que construir aplicaciones descentralizadas se sienta tan natural como iniciar un proyecto de React, estamos pidiendo a los ingenieros que codifiquen con una mano atada a la espalda.