El reciente cese del cierre del gobierno de Estados Unidos acaba de terminar, y Wall Street enfrenta ahora un problema aún más complicado: ¡los datos económicos tan esperados finalmente llegarán, pero su calidad podría ser frustrante!

Según las últimas noticias del 11 de noviembre, una serie de informes económicos clave que se retrasaron debido al cierre del gobierno están a punto de "recuperar el tiempo perdido". El equipo de economistas de Morgan Stanley predice que los datos de empleo de septiembre se publicarán lo más pronto posible este viernes, pero es más probable que tengan que esperar hasta principios de la próxima semana.

Lo que resulta aún más problemático son los datos de inflación de octubre. El IPC, el PPI y el índice de precios PCE, que es el más vigilado por la Reserva Federal, podrían faltar en el peor de los casos. Incluso si la Oficina de Estadísticas Laborales intenta armar un informe de inflación apresuradamente, los economistas en general consideran que la calidad de estos datos apresurados es preocupante, y su actualidad sería tan limitada que su valor de referencia se vería seriamente afectado.

El momento no podría ser peor. La Reserva Federal está evaluando si realiza un tercer recorte de tasas, pero con el informe de empleo de septiembre retrasado y los datos de inflación de octubre aún en el aire, las decisiones de política económica carecen de una referencia completa. Esto coloca a los responsables de la política en una situación bastante incómoda.

Ahora, el mercado debe prepararse para una avalancha de datos retrasados y de menor calidad. ¿Hacia dónde llevará esto la tendencia del mercado? Nadie se atreve a hacer una predicción segura.